🤫 SECRETOS de un Abogado Familiar ¡REVELADOS!

Un abogado familiar es una figura crucial en los momentos más delicados de la vida de una persona, abarcando desde divorcios y custodias hasta herencias y adopciones. Este artículo desvela los aspectos fundamentales del derecho de familia, explicando en detalle las funciones de estos profesionales, los casos más comunes que gestionan y cómo se estructuran sus honorarios. Se profundiza en la diferencia clave entre mediación y litigio, ofreciendo una guía para que los clientes puedan tomar decisiones informadas. Además, se proporcionan consejos prácticos sobre cómo seleccionar a los mejores abogados de familia, evaluando su experiencia, especialización y enfoque humano. Exploraremos las complejidades del abogado derecho de familia, los factores que influyen en los abogados de familia precios y las estrategias que los abogados de lo familiar utilizan para proteger los intereses de sus clientes. Esta guía completa es una herramienta indispensable para cualquiera que se enfrente a un proceso legal familiar, buscando claridad y la mejor representación posible.

Un abogado familiar de traje conversa de forma empática con una pareja en una oficina luminosa, discutiendo documentos legales sobre una mesa de madera.

El Rol Fundamental del Abogado Familiar en la Sociedad Actual

En el complejo entramado de las relaciones humanas, la familia constituye el núcleo fundamental. Sin embargo, es también en este ámbito donde surgen algunos de los conflictos más delicados y emocionalmente cargados. Cuando las disputas familiares escalan al terreno legal, la figura del abogado familiar se erige como un pilar indispensable. Este profesional del derecho no es simplemente un litigante, sino un asesor, un mediador y un estratega que guía a sus clientes a través de las turbulentas aguas del derecho de familia. La labor de los abogados de familia va mucho más allá de representar a una parte en un juicio; implica comprender la dinámica emocional, proteger los derechos de los más vulnerables, especialmente los menores, y buscar soluciones que, en la medida de lo posible, preserven el bienestar de todos los involucrados. El campo de acción de un abogado derecho de familia es vasto y multifacético, abarcando desde los procesos de divorcio y separación, que son quizás los más conocidos, hasta cuestiones igualmente complejas como la custodia de los hijos, la fijación de pensiones alimenticias, la liquidación de sociedades conyugales, los procesos de adopción, la impugnación de paternidad, la redacción de acuerdos prematrimoniales y la gestión de herencias y sucesiones. [3, 5, 6] Cada uno de estos casos requiere no solo un conocimiento profundo de la legislación vigente, sino también una sensibilidad especial y una gran capacidad de negociación. Por ello, la elección de un buen profesional es una de las decisiones más críticas que una persona puede tomar en un momento de crisis familiar. Los abogados de lo familiar deben poseer una formación sólida y continua, ya que las leyes que regulan las relaciones familiares están en constante evolución para adaptarse a las nuevas realidades sociales. [18] Un aspecto que genera gran inquietud en quienes requieren estos servicios son los abogados de familia precios. Es fundamental entender que los honorarios pueden variar considerablemente dependiendo de múltiples factores, como la complejidad del caso, la reputación y experiencia del abogado, la ubicación geográfica del despacho y la modalidad de cobro (tarifa por hora, honorario fijo por proceso, o un porcentaje en casos patrimoniales). [1, 2] Aclarar este punto desde la primera consulta es crucial para establecer una relación de confianza y transparencia entre el cliente y su representante legal. Un buen abogado familiar será siempre transparente respecto a sus tarifas y a los posibles costes asociados al proceso judicial.

¿Qué hace exactamente un abogado de derecho de familia?

La función principal de un abogado de derecho de familia es asesorar y representar a sus clientes en todos los asuntos legales que conciernen al núcleo familiar. [11] Esto se traduce en una serie de tareas específicas que demuestran la amplitud de su labor. En primer lugar, el asesoramiento preventivo es clave. Antes de que surja un conflicto, un abogado puede ayudar a redactar acuerdos prematrimoniales (capitulaciones matrimoniales) que establezcan las reglas económicas del matrimonio, evitando así disputas futuras en caso de divorcio. En el contexto de una separación o divorcio, el abogado familiar analiza la situación particular de cada cliente para informarle sobre sus derechos y obligaciones. [14] Esto incluye aspectos como la división de bienes, la posible pensión compensatoria para el cónyuge en desequilibrio económico y, lo más importante, todo lo relativo a los hijos: patria potestad, guarda y custodia (ya sea exclusiva o compartida), régimen de visitas y pensión de alimentos. [6] La negociación es otra de las herramientas fundamentales de los abogados de familia. Siempre que sea posible, se intentará alcanzar un acuerdo de mutuo acuerdo entre las partes. Un divorcio o una regulación de medidas paternofiliales consensuada es siempre más rápida, económica y menos traumática para todos los implicados. [24] El abogado actúa como mediador, buscando puntos en común y redactando un convenio regulador que recoja los pactos alcanzados, para después presentarlo ante el juez para su homologación. Cuando el acuerdo no es posible, se inicia la vía contenciosa. Aquí, el abogado familiar asume su rol de litigante: redacta la demanda o la contestación a la demanda, propone y practica las pruebas pertinentes (documentales, testificales, periciales) y defiende los intereses de su cliente en el juicio oral. [4] La preparación para un juicio es exhaustiva y requiere una estrategia legal bien definida para convencer al juez de la postura de su cliente. Además de los divorcios, los abogados de lo familiar intervienen en procesos de adopción, guiando a las familias a través del complejo procedimiento administrativo y judicial para asegurar que se cumplen todos los requisitos legales. También actúan en casos de violencia doméstica, solicitando órdenes de protección para garantizar la seguridad de las víctimas. [5] La determinación e impugnación de la filiación, los procesos de incapacitación judicial para proteger a personas vulnerables y la planificación sucesoria (testamentos) son otras áreas de su competencia. La constante evolución social, con la aparición de nuevos modelos de familia, obliga a que el abogado derecho de familia esté siempre actualizado para poder dar respuesta a problemáticas emergentes. [7, 13] Determinar los abogados de familia precios para tal variedad de servicios es complejo. Un divorcio de mutuo acuerdo puede tener un coste fijo y relativamente bajo, mientras que un divorcio contencioso con hijos y un patrimonio considerable implicará unos honorarios mucho más elevados, generalmente calculados por horas de trabajo. [15]

Litigación vs. Mediación: Dos Caminos para Resolver Conflictos

Al enfrentarse a un conflicto familiar, existen principalmente dos vías para su resolución: la litigación y la mediación. La elección entre una y otra dependerá de la naturaleza del conflicto y, sobre todo, de la voluntad de las partes para cooperar. La litigación es el proceso judicial tradicional, de naturaleza adversarial, donde cada parte, representada por su abogado familiar, expone sus argumentos y pruebas ante un juez, quien finalmente tomará una decisión vinculante que se impone a ambos. Este camino es a menudo inevitable cuando las posturas son irreconciliables, existen acusaciones graves (como violencia) o una de las partes se niega a negociar. [24, 36] El litigio puede ser un proceso largo, costoso y emocionalmente desgastante. Las decisiones quedan en manos de un tercero (el juez), lo que puede generar una sensación de pérdida de control. Por otro lado, la mediación familiar es un proceso de resolución alternativa de disputas (ADR, por sus siglas en inglés) en el que un tercero neutral e imparcial, el mediador, ayuda a las partes a comunicarse de manera efectiva y a alcanzar un acuerdo por sí mismas. [28, 33] Es un proceso voluntario, confidencial y mucho más flexible que un juicio. El abogado familiar juega un papel crucial también en la mediación, aunque de forma diferente. Asesora a su cliente antes y durante las sesiones de mediación, asegurándose de que comprende sus derechos y que los acuerdos que se están negociando son justos y equitativos. [25] La gran ventaja de la mediación es que las soluciones son creadas por las propias partes, lo que aumenta la probabilidad de que se cumplan voluntariamente y permite soluciones más creativas y adaptadas a las necesidades específicas de esa familia. Además, suele ser más rápida y económica. [35] Sin embargo, la mediación no es adecuada para todos los casos. Requiere que ambas partes actúen de buena fe y estén dispuestas a ceder. En situaciones con un desequilibrio de poder muy marcado o donde ha habido violencia, el litigio suele ser la única opción segura. [24] Muchos abogados de familia modernos y con una visión integral del conflicto, como los que se pueden encontrar en distintos despachos, priorizan la vía del acuerdo y la mediación, reservando el litigio como último recurso. Esta perspectiva no solo beneficia al cliente en términos de coste y tiempo, sino que también protege el bienestar emocional de la familia, especialmente de los hijos, que son los más perjudicados en las batallas legales prolongadas. Al discutir los abogados de familia precios, es importante preguntar si el presupuesto incluye los intentos de negociación o si solo cubre el procedimiento judicial. Un despacho que fomente activamente la mediación puede, a la larga, suponer un ahorro significativo para el cliente. La figura del abogado derecho de familia se transforma, pasando de ser un mero combatiente en el tribunal a un constructor de puentes y soluciones pacíficas. Los abogados de lo familiar con formación en mediación poseen herramientas de comunicación y negociación que son invaluables para desactivar el conflicto y enfocar a las partes en el futuro, en lugar de en los reproches del pasado.

Un equipo de abogados de familia en una sala de reuniones moderna, analizando un caso complejo con gráficos y documentos, representando la estrategia legal.

Desglosando los Casos Más Comunes: De Divorcios a Herencias

El día a día de un abogado familiar está marcado por una diversidad de casos que reflejan las complejidades de las relaciones personales. Si bien los divorcios son la cara más visible de esta especialidad, el abanico de actuaciones es mucho más amplio. Comprender los casos más comunes que manejan los abogados de familia ayuda a tener una visión clara de cuándo y por qué es crucial buscar su asesoramiento. [3] Desde la disolución de un matrimonio hasta la planificación del patrimonio, la intervención de un experto en derecho de familia es garantía de que se respetarán los derechos y se cumplirán las obligaciones legales. [19] Uno de los procedimientos más frecuentes es, sin duda, el divorcio o la separación. [5] Estos pueden tramitarse de mutuo acuerdo, cuando la pareja es capaz de llegar a un consenso sobre las consecuencias de su ruptura, o de forma contenciosa, cuando no hay acuerdo y debe ser un juez quien decida. En ambos escenarios, el papel del abogado familiar es fundamental. En el divorcio de mutuo acuerdo, ayuda a negociar y redactar el convenio regulador, un documento vital que establece la custodia de los hijos, el régimen de visitas, la pensión de alimentos, el uso de la vivienda familiar y la liquidación de los bienes gananciales. [2] En el contencioso, el abogado se encarga de defender la postura de su cliente en el juicio, presentando pruebas y argumentos para lograr la sentencia más favorable posible. La fijación de la cuantía de la pensión de alimentos es otro de los puntos calientes y recurrentes. El abogado derecho de familia debe calcularla basándose en las necesidades de los hijos y en la capacidad económica de ambos progenitores, un equilibrio delicado que a menudo genera disputas. [4] La modificación de estas medidas, por un cambio sustancial en las circunstancias (pérdida de empleo, nuevas necesidades de los hijos), también requiere un nuevo procedimiento judicial donde la asistencia letrada es obligatoria. La custodia de los hijos es, posiblemente, el aspecto más sensible. [6] Los abogados de lo familiar deben asesorar sobre las diferentes opciones: custodia exclusiva para uno de los progenitores con un régimen de visitas para el otro, o la cada vez más común custodia compartida. El principio rector es siempre el interés superior del menor, y el abogado debe construir su caso en torno a demostrar qué opción lo garantiza mejor. En este contexto, los abogados de familia precios pueden variar drásticamente. Un divorcio de mutuo acuerdo simple es el escenario más económico, mientras que uno contencioso con disputas por la custodia y un gran patrimonio puede ser uno de los más costosos. [1]

Más allá del Divorcio: Adopciones, Herencias y Acuerdos

Aunque el divorcio acapara gran parte de la atención, las competencias de los abogados de familia se extienden a áreas igualmente importantes para la conformación y protección del núcleo familiar. Los procesos de adopción son un claro ejemplo. Un abogado familiar guía a los futuros padres a través de todo el laberinto burocrático y legal, asegurando que cada paso se dé correctamente, desde la obtención del certificado de idoneidad hasta la resolución judicial final que constituye el nuevo vínculo de filiación. [14] Es un trabajo que combina un riguroso conocimiento técnico con una profunda implicación humana. Otro campo de gran relevancia es el de las herencias y sucesiones. Cuando una persona fallece, la transmisión de su patrimonio a los herederos puede generar serios conflictos familiares, especialmente si no hay testamento (sucesión intestada) o si este es impugnado. [3, 14] El abogado derecho de familia interviene para asesorar a los herederos, realizar la declaración de herederos, mediar en la partición de la herencia para evitar litigios y, si es necesario, defender los derechos de su cliente en un procedimiento judicial de división de la herencia. Aquí, los abogados de familia precios a menudo se calculan como un porcentaje del valor de la herencia, aunque también pueden pactarse honorarios fijos o por horas. [2, 15] Los acuerdos prematrimoniales, o capitulaciones, son una herramienta de planificación preventiva cada vez más utilizada. Un abogado familiar puede redactar estos acuerdos para que las parejas establezcan el régimen económico de su matrimonio (separación de bienes, gananciales, etc.) y pacten las consecuencias económicas de una eventual ruptura. [6] Esto aporta seguridad jurídica y puede evitar batallas legales muy destructivas en el futuro. Los abogados de lo familiar también se ocupan de casos de filiación, como las demandas de paternidad para reconocer a un hijo o las de impugnación cuando se duda del vínculo biológico. [16] Estos procesos suelen implicar pruebas de ADN y tienen profundas consecuencias personales y patrimoniales, como el derecho a recibir alimentos o a heredar. La protección de personas vulnerables a través de la incapacitación judicial (ahora conocido en muchas legislaciones como medidas de apoyo a personas con discapacidad) es otra función socialmente crucial. El abogado ayuda a la familia a establecer un sistema de protección (curatela) para un miembro que no puede gobernarse por sí mismo, asegurando que sus derechos y su patrimonio estén debidamente protegidos. En todos estos casos, la figura del abogado derecho de familia trasciende lo puramente técnico. Se convierte en un confidente y un apoyo estratégico en momentos vitales, demostrando que su valor no puede medirse únicamente por los abogados de familia precios, sino por la paz y la seguridad que aporta a sus clientes.

Análisis de Costos: ¿Cuánto Cuesta Contratar a un Abogado Familiar?

Una de las preguntas más importantes y recurrentes al enfrentarse a un problema legal es: ¿cuánto me va a costar? El tema de los abogados de familia precios es complejo, ya que no existen tarifas estandarizadas y los honorarios dependen de una amalgama de factores. [1] La transparencia en este aspecto desde la primera consulta es un signo de profesionalidad por parte de los abogados de familia. [25] El primer factor que influye en el precio es la complejidad del caso. No es lo mismo un divorcio de mutuo acuerdo sin hijos ni bienes que un divorcio contencioso con una batalla por la custodia internacional, múltiples propiedades y empresas. [2, 17] A mayor complejidad, mayor número de horas de trabajo, mayor necesidad de pruebas periciales (psicólogos, tasadores) y, por tanto, un coste más elevado. La reputación y la experiencia del abogado familiar también son determinantes. Un abogado de renombre con décadas de experiencia y una alta tasa de éxito cobrará, lógicamente, más que un recién licenciado. Sin embargo, su experiencia puede, en ocasiones, ahorrar dinero a largo plazo, al resolver el caso de manera más eficiente o conseguir un resultado más favorable. Los abogados de lo familiar suelen utilizar diferentes sistemas de facturación. La tarifa por hora es común en casos contenciosos, donde es difícil prever la duración del proceso. [17] Los precios por hora pueden variar enormemente según la ciudad y el prestigio del despacho. [4] El honorario fijo o presupuesto cerrado es más habitual en procedimientos de mutuo acuerdo o en trámites concretos con una duración previsible (por ejemplo, una demanda de modificación de medidas concreta). [2] Esto da al cliente la tranquilidad de saber desde el principio cuál será el coste total de los servicios legales. Una cuota litis, donde el abogado cobra un porcentaje del resultado económico obtenido (por ejemplo, en una liquidación de gananciales o una herencia), es menos frecuente en derecho de familia puro pero puede darse en los aspectos patrimoniales de estos. [2] Es crucial que todo acuerdo de honorarios quede reflejado por escrito en un documento llamado hoja de encargo profesional, que detalla los servicios incluidos, la forma de pago y otros posibles gastos como procuradores, peritos, tasas judiciales, etc. [25] Al comparar abogados de familia precios, no hay que fijarse únicamente en la cifra final. Es vital entender qué servicios están incluidos, la experiencia del profesional y la estrategia que propone. A veces, lo barato sale caro si el abogado no tiene la pericia necesaria para defender adecuadamente los intereses del cliente. Un buen abogado derecho de familia ofrecerá facilidades de pago y será claro sobre todos los costos potenciales, construyendo una relación basada en la confianza, que es esencial en este tipo de procedimientos tan personales y delicados. [46] Un abogado de derecho de familia con un maletín, de pie en las escaleras de un edificio de tribunales, simbolizando la representación legal y la litigación.

Claves para Elegir al Mejor Abogado Familiar: Más Allá del Precio

La decisión de contratar a un abogado familiar es una de las más trascendentales durante una crisis personal. El resultado de un divorcio, una disputa por la custodia o un litigio por una herencia puede marcar el futuro de una persona y el de sus hijos. Por ello, la elección del profesional adecuado no debe tomarse a la ligera ni basarse exclusivamente en el factor económico. Si bien los abogados de familia precios son una consideración importante, hay otros elementos igualmente cruciales que determinan la calidad del servicio y las probabilidades de éxito. [1, 21] Encontrar a los mejores abogados de familia implica una búsqueda informada y una evaluación cuidadosa de sus capacidades, experiencia y, muy importante, su calidad humana. Un proceso tan íntimo requiere de un profesional que no solo domine el abogado derecho de familia, sino que también sepa escuchar, empatizar y generar confianza. [23, 26] La primera clave es la especialización. El derecho de familia es un área muy específica y en constante cambio. [6] Un abogado generalista puede tener conocimientos básicos, pero un especialista dedicado exclusivamente a esta rama conocerá a fondo la legislación, la jurisprudencia más reciente y los criterios de los juzgados locales. [23] Es fundamental buscar un abogado familiar o un despacho cuya práctica principal sea el derecho de familia. Su experiencia en casos similares al tuyo será una ventaja incalculable. Puedes preguntar directamente por el porcentaje de su trabajo que dedican a esta área y por su experiencia en asuntos concretos como custodias compartidas, liquidaciones de bienes complejas o derecho de familia internacional. [32] La experiencia es el segundo pilar. No se trata solo de los años de ejercicio, sino de la experiencia práctica en los tribunales. Un abogado fogueado en juicios sabrá cómo preparar un caso, cómo interrogar a testigos y peritos y cómo argumentar eficazmente ante un juez. Esta experiencia le permite también anticipar los movimientos de la parte contraria y diseñar una estrategia más sólida. [21] Consulta las reseñas de antiguos clientes, aunque siempre con una mirada crítica, y si es posible, busca referencias de personas de confianza. Un abogado de lo familiar con una trayectoria contrastada ofrece una mayor seguridad. La comunicación y la empatía son, quizás, las cualidades más importantes a nivel personal. [26] Desde la primera consulta, debes sentirte cómodo y escuchado. El abogado debe ser capaz de explicarte conceptos legales complejos en un lenguaje que entiendas, sin tecnicismos innecesarios. [21] Debe mostrar empatía por tu situación, comprendiendo que estás atravesando un momento emocionalmente difícil. [23] La relación abogado-cliente es una relación de máxima confianza. Debes sentir que puedes ser completamente honesto con tu abogado y que él o ella es igualmente honesto contigo, estableciendo expectativas realistas y no prometiendo resultados que no puede garantizar. [21]

La Primera Consulta y las Señales a Observar

La primera consulta con un abogado familiar es una oportunidad de oro para evaluar si es el profesional adecuado para ti. La mayoría de los despachos ofrecen una primera cita para analizar el caso. Este encuentro no es solo para que el abogado conozca tu situación, sino para que tú evalúes al abogado. Prepara esta reunión llevando un resumen de los hechos y una lista de preguntas. Una pregunta fundamental es sobre la estrategia que propone para tu caso. ¿Es partidario de intentar primero una negociación o mediación, o su primera inclinación es ir a juicio? Un buen profesional explorará todas las vías posibles, priorizando la menos conflictiva. [22] La transparencia en los honorarios es una señal inequívoca de profesionalidad. El abogado debe explicarte claramente su sistema de facturación, darte una estimación de los costos totales y ponerlo todo por escrito en una hoja de encargo. [25] Desconfía de quien evita hablar de los abogados de familia precios o da respuestas vagas. Otro aspecto a observar es la organización y la estructura del despacho. ¿Trabaja solo o tiene un equipo de apoyo? Un despacho con varios profesionales, incluyendo otros abogados de familia o expertos en otras áreas como derecho fiscal o mercantil (útil en divorcios con empresas), puede ofrecer un servicio más completo. [21] Asegúrate de saber quién llevará tu caso directamente y cómo será la comunicación (emails, llamadas, reuniones). La accesibilidad es importante; necesitas saber que podrás contactar a tu abogado cuando surjan dudas importantes. Un buen abogado derecho de familia no te dirá solo lo que quieres oír. Será honesto sobre las fortalezas y debilidades de tu caso y te dará una visión objetiva. [21] Desconfía de los abogados que garantizan el éxito al 100% o que critican de manera poco profesional a la parte contraria o a su abogado. La profesionalidad y la ética son rasgos no negociables. En definitiva, elegir a los mejores abogados de lo familiar es una combinación de buscar un experto cualificado y encontrar a un asesor de confianza. Este profesional será tu guía y defensor en una etapa crítica, por lo que dedicar tiempo a esta elección es la mejor inversión que puedes hacer. Para una visión más amplia sobre cómo se estructuran las distintas áreas del derecho, puede ser útil consultar recursos académicos como los ofrecidos por la Universidad Interamericana para el Desarrollo sobre las ramas del derecho, lo que ayuda a contextualizar la importancia del área especializada de familia.

El Futuro del Derecho de Familia: Nuevas Tendencias y Desafíos

El concepto de familia ha evolucionado drásticamente en las últimas décadas, y el derecho debe adaptarse para reflejar estas nuevas realidades. El abogado familiar del siglo XXI se enfrenta a desafíos y tendencias que están redefiniendo su profesión. [7, 18] Ya no se trata solo del modelo de familia tradicional; hoy en día, los abogados de familia deben manejar casos de parejas del mismo sexo, familias reconstituidas, uniones de hecho y el uso de técnicas de reproducción asistida, cada uno con sus propias implicaciones legales. [13, 18] Una de las tendencias más significativas es el auge de la resolución alternativa de conflictos. La sociedad y los sistemas judiciales están reconociendo cada vez más las limitaciones de los litigios adversariales y promoviendo la mediación y el derecho colaborativo. [8, 28] Un abogado derecho de familia moderno debe estar formado en estas disciplinas, actuando más como un facilitador de acuerdos que como un mero combatiente. Este enfoque no solo es más eficiente en términos de tiempo y costos (impactando positivamente en los abogados de familia precios finales), sino que también es menos destructivo para las relaciones familiares, lo cual es de vital importancia cuando hay hijos en común. La tecnología también está transformando la práctica legal. Las consultas online, la presentación telemática de escritos y el uso de software de gestión de casos son ya una realidad. Esto puede hacer que los servicios legales sean más accesibles y eficientes. Además, están surgiendo plataformas de resolución de disputas en línea (ODR) que podrían revolucionar la forma en que se manejan los casos menos complejos. [7] Los abogados de lo familiar que adopten estas tecnologías tendrán una ventaja competitiva. La internacionalización es otro factor clave. En un mundo globalizado, son cada vez más frecuentes los matrimonios y parejas con miembros de diferentes nacionalidades, que viven en un tercer país y tienen hijos nacidos en otro. [32] Esto da lugar a complejos conflictos de leyes y jurisdicción. Un abogado familiar con especialización en derecho internacional privado es esencial en estos casos para determinar qué tribunales son competentes y qué ley se aplica al divorcio, la custodia o la herencia. La protección de datos y la privacidad en la era digital también presentan nuevos retos, especialmente en casos de familia que se ventilan en redes sociales o donde se utilizan como prueba conversaciones de mensajería instantánea. El abogado debe saber cómo manejar esta evidencia digital de forma legal y ética. En resumen, el futuro exige un abogado familiar más versátil, tecnológicamente hábil, con una mentalidad colaborativa y una formación continua para hacer frente a una sociedad en constante cambio. La elección de un profesional que no solo domine las leyes actuales, sino que también entienda estas tendencias, garantizará la mejor defensa y asesoramiento posible para los retos familiares del presente y del futuro.