Este artículo profundiza en el multifacético legado de Santo Tomé, explorando principalmente la icónica Iglesia de Santo Tomé en Toledo, hogar de la obra maestra de El Greco, 'El Entierro del Conde de Orgaz'. Se analiza su rica historia mudéjar, su relevancia arquitectónica y su vibrante vida parroquial. Además, se extiende el análisis a otras iglesias dedicadas a Santo Tomás Apóstol y al influyente teólogo Santo Tomás de Aquino, estableciendo comparativas y destacando su importancia cultural y espiritual a lo largo de los siglos. El texto desglosa la vida de ambas figuras santas, el contexto teológico y filosófico de sus épocas y cómo su legado perdura en las comunidades y parroquias que llevan su nombre. Es una inmersión completa en un pilar fundamental del patrimonio artístico, histórico y religioso hispánico, conectando el pasado con la fe y la cultura presentes. Este recorrido abarca desde el análisis artístico detallado hasta la función contemporánea de estas instituciones sagradas, ofreciendo una visión integral sobre la parroquia santo tomas y la fe que la sustenta.

El Corazón de Toledo: La Incomparable Iglesia de Santo Tomé
La historia de España, y en particular la de la ciudad de Toledo, está intrínsecamente ligada a sus monumentos, que no son meras construcciones de piedra y argamasa, sino cápsulas del tiempo que narran historias de reyes, santos y artistas. En el epicentro de este rico tapiz cultural se encuentra la Iglesia de Santo Tomé, un templo que, aunque modesto en sus dimensiones comparado con la imponente Catedral Primada, alberga uno de los tesoros más preciados del arte universal y representa un pilar de la fe para su comunidad. Fundada tras la reconquista de la ciudad por Alfonso VI, esta iglesia se erigió sobre el solar de una antigua mezquita del siglo XI, un hecho común en la Toledo de la época que simboliza la superposición de culturas y religiones que define a la ciudad. [2] La estructura que hoy admiramos, sin embargo, debe su fisonomía principalmente a una profunda reedificación acometida a principios del siglo XIV. Esta renovación fue financiada por una figura clave en la historia local: Don Gonzalo Ruiz de Toledo, Señor de Orgaz. Fue durante esta intervención cuando el antiguo alminar de la mezquita fue transformado en el espléndido campanario de estilo mudéjar que hoy se yergue como un emblema del sincretismo artístico toledano. [2, 8] Este campanario, con su elegante fábrica de ladrillo, arcos de herradura y finos detalles cerámicos, es un testimonio parlante de la maestría de los alarifes mudéjares, artesanos musulmanes que trabajaban para clientes cristianos, creando un estilo arquitectónico único en el mundo.
La fama mundial de la iglesia de santo tomé no reside únicamente en su bella torre o en su historia centenaria, sino en la obra maestra que custodia celosamente en su interior: 'El Entierro del Conde de Orgaz' de Doménikos Theotokópoulos, El Greco. [4] Esta monumental pintura, un óleo sobre lienzo de casi cinco metros de alto, fue un encargo realizado en 1586 por el párroco de la época, Andrés Núñez, para conmemorar el milagroso entierro del ya mencionado Señor de Orgaz, acaecido en 1323. [15, 26] La leyenda, que el cuadro plasma con una genialidad insuperable, cuenta que en el momento de su sepultura, San Esteban y San Agustín descendieron del cielo para depositar personalmente el cuerpo del noble en su tumba, como premio a su vida piadosa y a sus generosas donaciones a la iglesia. [26] El Greco, con su estilo manierista inconfundible, divide la composición en dos planos perfectamente diferenciados pero interconectados: el terrenal y el celestial. [15] En la parte inferior, asistimos al solemne acto del entierro, con una galería de retratos de notables toledanos de la época del pintor, vestidos con la severa moda del siglo XVI. [28] La minuciosidad en los detalles de las armaduras, las vestiduras litúrgicas y la expresión de los rostros dota a la escena de un realismo sobrecogedor. En el centro, el cuerpo exánime del Conde, sostenido por los dos santos, crea un foco de atención dramático. Justo encima, rompiendo la barrera entre lo mortal y lo divino, un ángel transporta el alma del difunto, representada como una figura etérea, hacia la gloria celestial. La parte superior es una explosión de luz y color, una visión mística del Cielo con Cristo, la Virgen María, San Juan Bautista y una corte de santos y bienaventurados que reciben al alma del justo. [4] Esta obra no es solo una pintura; es un complejo tratado teológico sobre la muerte, la intercesión de los santos y la vida eterna, principios fundamentales de la Contrarreforma que la iglesia santo tomas de Toledo defendía con fervor. No es de extrañar que cualquier discusión sobre la parroquia santo tomas deba, inevitablemente, girar en torno a este imán artístico y espiritual.
Más allá de su joya pictórica, la estructura de la Iglesia de Santo Tomé merece una atención detenida. El templo se organiza en tres naves con crucero, cubiertas por bóvedas de cañón, y culmina en un ábside poligonal. [8] La capilla mayor, reformada en el siglo XVI, presenta una fascinante mezcla de estilos gótico flamígero y mudéjar, destacando su cúpula en forma de estrella de ocho puntas. [2] Es un espacio que invita a la contemplación y refleja las sucesivas etapas constructivas y estilísticas que ha vivido el edificio. Explorar sus rincones es descubrir capillas como la de la Concepción, que originalmente sirvió de lugar de enterramiento para el Señor de Orgaz antes de ser reformada para albergar la obra del Greco. [20] Cada elemento, desde los arcos hasta los retablos, contribuye a crear una atmósfera única. En este contexto, es importante diferenciar este templo de otros dedicados a figuras homónimas. Por ejemplo, una hipotética iglesia santo tomas de aquino, dedicada al Doctor Angélico, probablemente presentaría una arquitectura y un enfoque iconográfico distintos, quizás más sobrios y académicos, reflejando la personalidad del filósofo y teólogo. La iglesia de santo tomé, en cambio, está dedicada a Santo Tomás Apóstol, cuyo episodio de duda y posterior profesión de fe (“¡Señor mío y Dios mío!”) resuena con la dualidad del cuadro de El Greco: la realidad tangible de la muerte y la verdad revelada de la resurrección. [13, 14] La vida de la parroquia hoy en día sigue siendo vibrante. La parroquia santo tomas de aquino podría ser un centro de estudios teológicos, pero la parroquia santo tomas en Toledo es una comunidad viva que compagina su rol como uno de los principales focos turísticos de la ciudad con su misión pastoral. [10] La celebración de la Eucaristía, los sacramentos y la atención a los fieles continúan siendo el corazón latente de este histórico lugar, demostrando que el arte y la fe pueden y deben coexistir, enriqueciéndose mutuamente. La experiencia de visitar la iglesia santo tomas es, por tanto, doble: es un peregrinaje artístico para admirar una de las cumbres de la pintura occidental y, a la vez, una inmersión en un espacio sagrado que ha servido a su comunidad durante casi un milenio, un legado que trasciende el lienzo y se encarna en la fe viva de su gente. La gestión de este equilibrio entre la avalancha de turistas y la necesidad de recogimiento es uno de los grandes desafíos de la parroquia, un desafío que afrontan con la dignidad que la historia del lugar exige.
La Arquitectura como Testimonio de Fe
El análisis arquitectónico de la Iglesia de Santo Tomé nos sumerge en un diálogo de siglos entre diferentes culturas y estilos estéticos. Su elemento más distintivo, la torre campanario, es un manual de arquitectura mudéjar toledana. [2] Construida en ladrillo sobre un basamento de mampostería, su estructura de planta cuadrada alberga en su interior un machón central en torno al cual se desarrolla la escalera, una solución típica de los alminares islámicos. Al exterior, la torre se divide en varios cuerpos. El superior está decorado con una serie de arcos de herradura polilobulados ciegos que se entrelazan, creando un juego de luces y sombras de gran belleza. [8] Este lenguaje ornamental, heredado directamente del arte califal y almohade, se pone aquí al servicio de un campanario cristiano, simbolizando la asimilación cultural que se produjo en la península ibérica. Es una obra que habla de convivencia y de la inteligente adaptación de formas preexistentes a nuevas funciones. Este estilo contrasta marcadamente con el que podríamos encontrar en una parroquia santo tomas de aquino construida, por ejemplo, en el periodo barroco, donde la opulencia, las líneas curvas y el dramatismo sustituirían la sobriedad geométrica del mudéjar. La iglesia santo tomas de Toledo es, en sí misma, una lección de historia del arte. Incluso dentro del propio edificio encontramos una evolución de estilos. La cabecera, con sus nervaduras góticas formando una estrella, nos habla de la influencia europea del gótico final, que llegó a la península para fundirse con las tradiciones locales. [2] Esta fusión es lo que otorga a la iglesia de santo tomé su carácter excepcional. No es un edificio estilísticamente puro, y precisamente ahí radica su encanto y su valor documental. Cada piedra, cada ladrillo, cada arco, parece contar una parte de la historia de Toledo. Al comparar este templo con otras iglesias de la misma advocación, como la parroquia santo tomas en Haro (La Rioja), vemos las diferencias regionales. La de Haro es un imponente templo de transición del gótico al renacimiento, con una espectacular portada plateresca. [47] Demuestra cómo la devoción a un mismo santo puede manifestarse en formas arquitectónicas muy diversas, dependiendo del contexto geográfico y temporal. La existencia de una iglesia santo tomas de aquino en Zaragoza, de estilo neoclásico, amplía aún más este espectro. [6] Esta diversidad nos enseña que no hay un único modelo para una iglesia santo tomas, sino que cada comunidad ha interpretado su fe a través de los estilos y materiales de su época. En definitiva, la iglesia de santo tomé en Toledo es mucho más que el cofre de una joya pictórica. Es una obra de arte en sí misma, un edificio que debe ser leído y comprendido en su complejidad. Su arquitectura mudéjar, su cabecera gótica y sus añadidos posteriores la convierten en un palimpsesto de la historia de España, un lugar donde el arte islámico y el cristiano dialogaron para crear algo nuevo y sublime, un testimonio perdurable de la fe y la creatividad humanas. Su estudio es fundamental para entender no solo la historia de Toledo, sino la riqueza del patrimonio español en su conjunto.

Más Allá de Toledo: El Culto a Santo Tomé y Santo Tomás de Aquino
Aunque la Iglesia de Santo Tomé en Toledo acapara con justicia gran parte del protagonismo, la devoción a Santo Tomás Apóstol y a su homónimo, Santo Tomás de Aquino, se ha extendido por toda la geografía española y mundial, materializándose en innumerables templos, parroquias y capillas. Explorar esta vasta red de lugares sagrados nos permite apreciar la riqueza y diversidad de la tradición cristiana y entender cómo estas dos monumentales figuras de la fe han inspirado a comunidades a lo largo de los siglos. El culto a Santo Tomás Apóstol, uno de los doce, es de una antigüedad venerable. [7] Recordado principalmente por su episodio de incredulidad, que culminó en la potente confesión de fe "¡Señor mío y Dios mío!" al tocar las llagas de Cristo resucitado, Tomás encarna un camino de fe muy humano: uno que pasa por la duda para llegar a una certeza más profunda y personal. [13, 30] Este viaje espiritual lo ha convertido en un santo cercano y accesible, patrón de arquitectos, constructores y teólogos. [13] A lo largo de España, encontramos múltiples ejemplos de iglesias dedicadas a él. La Iglesia de Santo Tomás de Haro, en La Rioja, es un magnífico ejemplo de gótico tardío y renacimiento, con una imponente torre barroca y una portada plateresca que es una obra de arte en sí misma. [47] En Segovia, la iglesia santo tomas es un templo románico de gran sobriedad y belleza, que nos transporta a los primeros siglos de la repoblación cristiana. En la provincia de Burgos, la parroquia santo tomas de Villalbos muestra la sencillez y robustez del gótico rural. Cada una de estas iglesias, aunque comparten advocación, posee un carácter único, reflejo de su historia y su entorno. Es un error pensar que existe un único modelo de iglesia de santo tomé; al contrario, la diversidad es la norma.
Paralelamente, se desarrolla la devoción a otra figura colosal del pensamiento cristiano: Santo Tomás de Aquino. [3] Este fraile dominico del siglo XIII, conocido como el Doctor Angélico, llevó a cabo una de las síntesis intelectuales más formidables de la historia, armonizando la filosofía de Aristóteles con la teología cristiana. [9] Su obra cumbre, la 'Summa Theologiae', sigue siendo un pilar fundamental del pensamiento católico. [21] Las iglesias y parroquias dedicadas a él suelen tener una connotación diferente. Mientras que la devoción a Santo Tomás Apóstol está a menudo ligada a la fe popular y a tradiciones antiguas, la que se profesa a Santo Tomás de Aquino suele estar vinculada a centros de estudio, universidades y seminarios, dado su patronazgo sobre los estudiantes y las instituciones académicas católicas. [21] Por ello, una iglesia santo tomas de aquino a menudo se caracteriza por una atmósfera que invita al estudio y la reflexión intelectual, además de a la oración. En Zaragoza, por ejemplo, encontramos una parroquia santo tomas de aquino que sirve a una comunidad vibrante en un contexto urbano moderno. [6] En Barcelona, la parroquia del mismo nombre, erigida a mediados del siglo XX por el arquitecto Francesc Falguera, es un ejemplo de arquitectura religiosa contemporánea. [36] A nivel internacional, encontramos la parroquia santo tomas de aquino en lugares tan diversos como Boston o Brooklyn, en Estados Unidos, donde sirven a comunidades multiculturales, demostrando la universalidad del legado del Aquinate. [42, 44] Estas parroquias son centros vivos de fe, pero también de formación, donde se imparten catequesis, cursos de teología para laicos y se fomenta el diálogo entre fe y razón, siguiendo el espíritu de su santo patrón.
La comparación entre los dos tipos de advocación es reveladora. Una iglesia de santo tomé, dedicada al Apóstol, a menudo enfatizará en su iconografía el episodio de la duda, el martirio con la lanza (según la tradición, evangelizó y murió en la India) o su papel como testigo de la Ascensión. [14, 30] En cambio, una iglesia santo tomas de aquino probablemente estará adornada con imágenes del santo con un libro y una pluma, a veces con el sol en el pecho como símbolo de su sabiduría divina, o en diálogo con los grandes filósofos. El enfoque de la parroquia santo tomas de aquino será, con frecuencia, más intelectual y catequético, mientras que la parroquia santo tomas (Apóstol) puede tener un cariz más enfocado en la fe como confianza y superación de la duda. Ambas figuras, sin embargo, se complementan admirablemente. El Apóstol nos enseña la importancia de una fe personal y encarnada, una fe que busca ver y tocar. El Doctor Angélico nos muestra que esa misma fe no es enemiga de la razón, sino que puede ser profundizada, comprendida y defendida con las herramientas del intelecto. [9] La existencia de ambas devociones enriquece enormemente el patrimonio espiritual de la Iglesia. Visitar una iglesia santo tomas en un pequeño pueblo de Castilla y luego participar en una conferencia en una moderna parroquia santo tomas de aquino en una gran ciudad son dos experiencias de fe distintas pero igualmente válidas y profundas. Nos muestran que el cristianismo tiene una dimensión para el corazón y otra para la mente, y que ambas son necesarias para una vida espiritual completa. El legado de estos dos grandes santos, el Pescador de Galilea y el Fraile de Aquino, sigue vivo y actuante en las miles de comunidades parroquiales que, a lo largo y ancho del mundo, se reúnen bajo su patronazgo para celebrar, aprender y vivir su fe.
La Iconografía y el Mensaje Teológico
La iconografía presente en los templos dedicados a estos santos es un lenguaje visual que comunica complejas verdades teológicas. En la Iglesia de Santo Tomé de Toledo, la obra de El Greco es el 'sermón' central. [4] La pintura no solo narra una leyenda local, sino que expone la doctrina católica sobre la Comunión de los Santos, el papel intercesor de la Virgen y los santos, y la realidad de la vida después de la muerte. [28] Cada detalle tiene un significado: el hijo del Greco, Jorge Manuel, en primer plano, señala el milagro, invitando al espectador a participar. El párroco Andrés Núñez, a la derecha, representa a la Iglesia terrenal que certifica el prodigio. [26] La división del cuadro en dos mundos, el naturalista inferior y el celestial superior, es una catequesis visual sobre la doble naturaleza de la Iglesia: militante en la tierra y triunfante en el cielo. Al contrastar esto con la iconografía que encontraríamos en una iglesia santo tomas de aquino, veríamos un cambio de enfoque. Allí, el arte no se centraría tanto en el milagro popular, sino en la verdad teológica. Las vidrieras podrían representar las Cinco Vías, los famosos argumentos de Santo Tomás para demostrar la existencia de Dios. [3] Un retablo podría mostrar al santo debatiendo con filósofos averroístas, defendiendo la inmortalidad del alma individual. [21] La parroquia santo tomas de aquino utilizaría el arte como una herramienta para la enseñanza, como una 'Summa' visual. En cambio, la iglesia santo tomas apóstol, como la de Toledo, utiliza el arte para mover el corazón y afianzar la fe a través del asombro y la piedad. Cada iglesia de santo tomé o parroquia santo tomas se convierte así en un espacio de evangelización visual. En Arnedo (La Rioja), por ejemplo, el retablo de la iglesia gótica de Santo Tomás muestra al apóstol con sus atributos: el libro del evangelizador y la lanza de su martirio, resumiendo su vida en dos símbolos potentes. [43] El mensaje es claro: la fe se predica y se sella con el testimonio de la propia vida. Ambas tradiciones iconográficas son esenciales. Una apela a la experiencia directa y al misterio (Santo Tomás Apóstol), mientras que la otra apela a la razón iluminada por la fe y al orden del conocimiento (Santo Tomás de Aquino). Juntas, ofrecen una visión completa y equilibrada de la fe cristiana, una fe que es a la vez misterio a venerar y verdad a comprender.

La Vida Parroquial Hoy: Entre el Patrimonio Histórico y la Comunidad Viva
Un templo histórico como la Iglesia de Santo Tomé en Toledo no es solo un museo o un monumento para ser visitado; es, ante todo, el hogar de una comunidad de fe activa y dinámica. [10] El verdadero corazón de la parroquia santo tomas late en la celebración diaria de los sacramentos, en la catequesis de niños y adultos, en las actividades de caridad y en la vida fraterna de sus feligreses. Este es, quizás, el aspecto más importante y a la vez el más desconocido para el turista que acude maravillado a contemplar la obra de El Greco. La gestión de esta dualidad, ser un icono cultural mundial y una parroquia de barrio, presenta desafíos únicos. Por un lado, la afluencia de visitantes genera los ingresos necesarios para el mantenimiento y la restauración del valioso patrimonio. [11] Sin estos fondos, sería prácticamente imposible conservar en buen estado un edificio con siglos de historia y la obra de arte que alberga. Por otro lado, el constante flujo de turistas puede dificultar la creación de un ambiente de recogimiento y oración, esencial para la vida litúrgica. La parroquia debe, por tanto, realizar un delicado equilibrio, estableciendo horarios de visita que respeten los momentos de culto y buscando fórmulas para que el visitante no solo vea, sino que también comprenda que se encuentra en un espacio sagrado. Esta misma tensión se vive en otras iglesias históricas, pero el caso de la iglesia de santo tomé es paradigmático por la fama universal de su tesoro artístico. La misión de la iglesia santo tomas, hoy como ayer, es anunciar el Evangelio. Y esto se hace tanto a través de la belleza sobrecogedora del arte de El Greco, que puede ser una vía de acceso a lo trascendente para muchos, como a través del servicio humilde y constante a la comunidad local. Las fiestas patronales, las procesiones, los grupos de formación y las campañas de ayuda a los necesitados son el verdadero tejido conectivo de la parroquia.
Esta realidad comunitaria es extensible a otras parroquias, incluidas aquellas dedicadas al Doctor Angélico. Una parroquia santo tomas de aquino contemporánea, aunque quizás no gestione un patrimonio histórico tan abrumador, se enfrenta a sus propios retos. En un mundo secularizado, la misión de una iglesia santo tomas de aquino es a menudo la de ser un faro intelectual y espiritual, un lugar para el diálogo entre fe y cultura. [46] Estas parroquias pueden organizar ciclos de conferencias, debates sobre temas de actualidad desde una perspectiva cristiana, o cursos de filosofía y teología para laicos, encarnando el carisma de su patrón. [25] En este sentido, la herencia de Santo Tomás de Aquino es increíblemente actual. Su esfuerzo por dialogar con el pensamiento de su tiempo (en su caso, el aristotelismo redescubierto) es un modelo para la Iglesia de hoy, llamada a dialogar con la ciencia, la filosofía contemporánea y las diversas corrientes de pensamiento. [9] Por tanto, la vida en una parroquia santo tomas de aquino no es menos vibrante que en una parroquia histórica. Aunque sus actividades puedan tener un perfil diferente, su objetivo final es el mismo: alimentar la fe de sus miembros y ser un signo de la presencia de Dios en el mundo. Tanto la parroquia santo tomas (Apóstol) como la parroquia santo tomas de aquino son, en esencia, familias de fe. La primera puede estar más centrada en la tradición, la piedad popular y la gestión de un legado histórico; la segunda, en la formación, la apologética y el diálogo intelectual. Pero ambas son expresiones complementarias de la única Iglesia. El legado de la iglesia de santo tomé no se mide solo en el valor incalculable de sus obras de arte, sino en las generaciones de fieles que han encontrado en ella un hogar espiritual. Del mismo modo, el valor de una iglesia santo tomas no reside solo en la solidez de su doctrina, sino en las vidas transformadas por el encuentro entre la fe y la razón.
La conservación del patrimonio es una tarea crucial que recae sobre estas comunidades. En el caso de la iglesia de santo tomé en Toledo, esto implica complejos trabajos de restauración tanto del edificio como de su contenido, incluyendo el delicado lienzo de El Greco. Estos procesos requieren de expertos en diversas áreas (arquitectura, historia del arte, restauración pictórica, etc.) y una financiación constante. Instituciones como el Arzobispado de Toledo y organismos públicos de cultura colaboran para garantizar la preservación de este bien de interés cultural para las generaciones futuras. [8] Visitar la iglesia y contribuir con la entrada es una forma directa de participar en este esfuerzo colectivo. Para profundizar en la riqueza de este lugar, se recomienda visitar la web oficial de la Iglesia de Santo Tomé, donde se puede encontrar información actualizada sobre horarios, historia y actividades. [20] En el caso de una iglesia santo tomas de aquino, la preservación del 'patrimonio' puede ser menos tangible pero igualmente importante: se trata de conservar y transmitir un legado intelectual, asegurando que la sabiduría del Aquinate siga siendo accesible y relevante para los hombres y mujeres de hoy. Esto se logra a través de la publicación de materiales, la organización de seminarios y la formación de agentes de pastoral. Al final, el gran desafío para cualquier parroquia, ya sea la histórica iglesia de santo tomé o una moderna parroquia santo tomas, es mantenerse fiel a su doble vocación: custodiar el tesoro de la fe y la tradición recibida, y a la vez, saber comunicarlo de una forma viva y significativa al mundo contemporáneo. Es la tarea de ser, simultáneamente, museo y hogar, monumento y comunidad, faro de historia y puerto de fe.
Reflexión Final: Un Legado Vivo y Relevante
El viaje a través del tema de Santo Tomé nos lleva desde la penumbra sagrada de una iglesia toledana hasta las aulas de una universidad moderna, demostrando la increíble amplitud y profundidad del legado cristiano. La Iglesia de Santo Tomé en Toledo, con su torre mudéjar y su tesoro del Greco, actúa como un punto de partida inmejorable. [2, 12] Es un microcosmos donde el arte, la historia y la fe se entrelazan de manera indisoluble. Es el escenario de un milagro legendario, el custodio de una de las obras cumbres de la pintura, y el centro espiritual de una comunidad viva. El estudio de esta iglesia nos obliga a hablar de la iglesia de santo tomé en su dimensión física, pero también de la parroquia santo tomas como entidad comunitaria. [10] Sin embargo, el tema se expande mucho más allá. Descubrimos una red de templos por toda España y el mundo, cada iglesia santo tomas con su propia personalidad arquitectónica e histórica, desde el románico al barroco y al contemporáneo. [6] Y a esta red se superpone otra, la de las iglesias y parroquias dedicadas al Doctor Angélico. Cada iglesia santo tomas de aquino y cada parroquia santo tomas de aquino nos recuerda que la fe no solo se siente y se vive, sino que también se piensa y se comprende. [24] Santo Tomás Apóstol nos enseña la valentía de dudar para creer más firmemente. [14] Santo Tomás de Aquino nos muestra la confianza en que la razón humana, lejos de ser un obstáculo para la fe, es un camino hacia Dios. [9] Ambos legados son hoy más pertinentes que nunca. En una era de sobrecarga de información y de verdades relativas, el testimonio del Apóstol nos invita a buscar una experiencia personal y auténtica de lo sagrado. En un tiempo de aparente conflicto entre ciencia y religión, el ejemplo del Aquinate nos anima a buscar la armonía y el diálogo, a no tener miedo de las preguntas difíciles. Por todo ello, hablar de Santo Tomé es hablar de un patrimonio inmenso, no solo de piedra y lienzo, sino de fe, pensamiento y comunidad, un legado que sigue interpelando e inspirando al mundo actual.