La Yegua: El Corazón de la Cría Equina – Guía Completa de Manejo y Reproducción

Como criador con años de experiencia, sé que la yegua es el verdadero pilar de cualquier programa de cría. No es solo un animal; es la madre de nuestras futuras estrellas, la guardiana de nuestra genética y el corazón de nuestra yeguada. En este artículo, he querido compartir todo lo que he aprendido sobre su universo: desde esa increíble fisiología que rige su fertilidad, pasando por las distintas formas de reproducción – desde la clásica monta natural, donde ves la pura conexión entre el caballo y la yegua, hasta las innovadoras técnicas de inseminación artificial. Vamos a desglosar su manejo integral: qué come, cómo la preparamos para el gran momento, y cómo la cuidamos durante la gestación. Y, por supuesto, hablaremos de ese instante mágico y a veces desafiante: el parto, y los cuidados esenciales para que tanto la madre como el potro prosperen. Mi objetivo es que este texto sea tu compañero, una guía práctica que te ayude a entender desde la ciencia detrás del 'caballo cubriendo a la yegua' hasta el arte de criar verdaderos campeones.

Una yegua de color castaño claro cuida de su potro recién nacido en un prado verde y soleado, representando el éxito de la cría en una yeguada.

En esta guía, te invito a explorar:

La Yegua: Corazón de la Genética Equina

Mira, si hay algo que he aprendido en todos estos años dedicados a la cría de caballos, es que la yegua no es solo un animal más en la ganadería. ¡Es el alma de todo! Piensa en ella no solo como la 'madre' de tus futuros campeones, sino como la portadora de la mitad de esa genética tan valiosa. Su bienestar, su salud, esa increíble fisiología... todo eso es la base del éxito de cualquier yeguada. Saber de yeguas, entenderlas en profundidad – desde cómo están hechas por dentro hasta el más mínimo cambio en su comportamiento o sus hormonas – es lo que realmente separa a un criador que 'prueba suerte' de un profesional que alcanza el éxito una y otra vez. Es el conocimiento que te permite maximizar su fertilidad, asegurar gestaciones sin sobresaltos y ver nacer potros sanos y llenos de vida.

El camino hacia un potro excepcional, uno de esos que te llenan de orgullo, empieza mucho antes de que el semental y la yegua se encuentren. Empieza con una hembra sana, fértil y que ha sido manejada con el cariño y la profesionalidad que se merece. En este primer apartado, vamos a sumergirnos en lo más profundo de su biología, desentrañando cómo funciona su ciclo de fertilidad y dándote las herramientas para que tomes decisiones informadas. Cada paso, desde que eliges a esa reproductora ideal hasta que la preparas meticulosamente para el encuentro, es crucial y merece toda nuestra atención.

Anatomía Reproductiva: Un Diseño para la Vida

Para comprender el milagro de la reproducción, primero tenemos que familiarizarnos con las maravillosas estructuras que lo hacen posible. El sistema reproductivo de la yegua es una auténtica obra de ingeniería biológica, compuesto por ovarios, oviductos, útero, cérvix, vagina y vulva. Cada uno tiene un papel específico y trabajan en perfecta sincronía.

Los Ovarios: Son como dos pequeñas fábricas con forma de alubia, responsables de dos tareas vitales: crear los óvulos (esas pequeñas células femeninas que, si son fertilizadas, darán vida a un nuevo ser) y producir hormonas clave como el estrógeno y la progesterona. Aquí un dato curioso que me fascina: a diferencia de otros animales, en las yeguas, la ovulación ocurre en un punto muy concreto, casi como un portal, que llamamos fosa de ovulación. [2] Cuando está en celo, los folículos (unas bolsitas que contienen los óvulos) crecen en la superficie del ovario. Uno de ellos se vuelve el 'elegido', madura y, finalmente, libera el óvulo, marcando ese pico de fertilidad que tanto buscamos. En cualquier yeguada moderna, la palpación y la ecografía son herramientas imprescindibles para 'espiar' esta actividad ovárica y saber el momento exacto para la cubrición.

Útero y Cérvix: El útero, con su característica forma de 'Y', es un músculo asombroso. Es aquí donde, si se produce la fertilización, el embrión se anidará y se desarrollará durante esos aproximadamente 11 meses de gestación. [9] El cérvix, por su parte, es como un 'guardián' que protege el útero del mundo exterior. Su estado cambia drásticamente con el ciclo: durante el celo, se relaja y se abre, invitando al semen del semental; pero durante la gestación o en la fase de 'descanso' (diestro), se cierra firmemente, creando un escudo protector para el futuro potro. [2]

El Ciclo Estral: El Ritmo de la Fertilidad

La yegua es una hembra 'poliéstrica estacional de días largos'. ¿Qué significa esto? Pues que su calendario reproductivo se enciende cuando hay más horas de luz, normalmente de primavera a otoño. [6] Es la manera inteligente de la naturaleza para asegurar que los potros nazcan en la siguiente primavera, cuando el clima es más amable y hay más pasto, lo que les da una mejor oportunidad de sobrevivir. El ciclo completo dura unos 21 días y se divide en dos capítulos principales: el estro (o celo) y el diestro. [2, 5]

Fase de Estro (Celo): Esta es la 'ventana' de receptividad sexual, que dura entre 4 y 7 días. [2] Aquí la yegua muestra un interés claro por el semental. Hormonalmente, es el estrógeno el que manda. Los signos clásicos del celo, que todo criador aprende a reconocer, incluyen levantar la cola, orinar con frecuencia, abrir ligeramente las patas traseras y ese 'parpadeo' o eversión rítmica de los labios vulvares. La ovulación suele ocurrir entre 24 y 48 horas antes de que el celo termine. [4] Entender esta ventana es fundamental para programar el encuentro, ya sea con monta natural o inseminación.

Fase de Diestro: Es el período de 'calma', de inactividad sexual, que dura de 14 a 16 días. [13] Empieza justo después de la ovulación. La estructura que queda en el ovario tras liberar el óvulo se transforma en el cuerpo lúteo, productor de progesterona. [5] Esta hormona prepara el útero para una posible gestación y suprime el comportamiento de celo. Si no hay preñez, alrededor del día 14 post-ovulación, el útero libera una hormona (prostaglandina F2α) que destruye el cuerpo lúteo. [2] Al caer la progesterona, un nuevo ciclo se inicia, y nuestra yegua vuelve a entrar en celo.

Detección del Celo: El 'Recelado' en la Yeguada

Si me preguntas cuál es la habilidad más importante en el manejo reproductivo de una yeguada, te diría sin dudarlo que es saber cuándo una yegua está en celo. Un error aquí puede costarnos tiempo, esfuerzo y dinero. El método que nunca falla, el más fiable y tradicional, es el 'recelado'. Consiste en acercar a la yegua a un semental (a menudo, usamos un 'recela' o probador, no el semental principal) y observar cómo interactúa. [33]

Una yegua en celo mostrará todos esos signos de receptividad que ya mencionamos, casi como si dijera '¡estoy lista!'. En cambio, una yegua que no está en celo o que ya está preñada reaccionará de forma negativa, quizás con agresividad, intentando morder o cocear. [2] Este proceso debe hacerse siempre con mucha seguridad, con barreras que protejan tanto a los caballos como a las personas. La observación diaria durante la temporada de cría es vital. Para mí, no hay nada más claro que esa interacción natural entre un caballo y una yegua; la misma naturaleza te da la señal. Aunque la tecnología, como la ecografía, nos da una precisión científica increíble sobre el estado folicular, la confirmación visual a través del recelado sigue siendo un pilar en nuestra práctica.

Preparar a la yegua para la reproducción no es un evento de un solo día, es un proceso continuo. Una alimentación balanceada, un buen estado físico (ni muy gorda ni muy flaca), un calendario de desparasitación y vacunación al día, y un ambiente donde se sienta tranquila y segura, son factores que influyen directamente en su fertilidad. En muchas yeguadas profesionales, usamos luz artificial para 'engañar' a la naturaleza y adelantar el celo, exponiendo a las yeguas a 16 horas de luz diarias desde finales de otoño. [2] Esto permite que los potros nazcan a principios de año, lo que a menudo es una ventaja competitiva. Todo este manejo minucioso culmina en el momento de la verdad: la cubrición. Ya sea a través de la monta natural, ese proceso instintivo y poderoso donde ves a un caballo 'cogiendo' a la yegua en su estado más puro, o mediante la inseminación artificial, el objetivo es el mismo: lograr la gestación. Un entendimiento profundo de la fisiología de la yegua es el mapa que nos guía en este viaje tan fascinante como exigente.

La selección de la yegua reproductora, déjame decirte, es tanto un arte como una ciencia. No solo miramos sus líneas de sangre, su conformación o sus aptitudes deportivas, sino también su historial como madre. Una yegua que concibe sin dificultad, que lleva a término sus gestaciones sin problemas y que es una buena madre, es un tesoro para cualquier ganadería. Por eso, invertir en una evaluación reproductiva con un veterinario especializado antes de comprarla o de que empiece la temporada de cría, es de las mejores decisiones que puedes tomar. Este examen suele incluir palpación, ecografía de ovarios y útero, y a veces, incluso citologías o biopsias uterinas para descartar problemas ocultos que puedan afectar la fertilidad. Preparar bien a la yegua es, en definitiva, asegurar el futuro de tu yeguada, sentando las bases para que ese acto de cubrición sea el inicio de una nueva vida llena de potencial.

Imponente semental de Pura Raza Española en una yeguada, mostrando su conformación y poderío, listo para el proceso de caballo cubriendo yegua.

La Monta: Técnicas y Decisiones Cruciales en la Yeguada

Una vez que hemos desvelado los secretos de la fisiología de la yegua y hemos identificado ese momento óptimo de fertilidad, llega el instante decisivo: la cubrición. Esta fase es el punto de inflexión en todo el proceso de cría y, créeme, representa una de las decisiones más importantes que un criador debe tomar. La elección del método de apareamiento no es solo una cuestión de logística o dinero; también influye directamente en la seguridad de tus animales, en la eficiencia de tu programa reproductivo y en la salud general de tu yeguada. Tenemos dos caminos principales: la monta natural y la inseminación artificial, cada uno con sus ventajas, sus desafíos y sus protocolos específicos. En este apartado, vamos a analizarlos en detalle, explorando tanto el instinto primordial de un caballo con su yegua en la monta libre y dirigida, como la precisión científica que nos ofrece la tecnología reproductiva moderna.

La decisión sobre cómo proceder siempre dependerá de varios factores. Por ejemplo, algunas razas tienen normativas muy estrictas (como el Pura Sangre Inglés, que solo permite monta natural). También influye dónde estén el semental y la yegua, el valor y el temperamento de cada animal, y, por supuesto, cuáles son tus objetivos como criador. Profundizaremos en los procedimientos, las precauciones y todo lo que debes considerar para asegurar que el proceso, elijas el método que elijas, se realice de la manera más segura, higiénica y efectiva posible.

I. Monta Natural: El Poder del Instinto

La monta natural es el método que ha permitido a la especie equina perpetuarse durante miles de años. Es pura conexión con el instinto del semental y la yegua. Aquí te cuento las dos modalidades principales que conocemos: [38]

Monta Libre (o a Campo)

En este sistema, un semental vive en un prado o corral junto a un grupo de yeguas durante la temporada de cría. [38] El propio caballo, guiado por su instinto, se encarga de detectar cuándo cada yegua está en celo y de realizar las cubriciones en el momento que la naturaleza le dicta. Es lo que yo llamo el 'romance' de la cría.

Ventajas: Es el método que menos tiempo y mano de obra te exige como criador. Y las tasas de concepción suelen ser muy altas, porque el semental cubre a la yegua varias veces durante su celo, asegurando que haya esperma viable justo cuando la ovulación ocurre. El comportamiento es completamente natural, lo que reduce cualquier estrés relacionado con la intervención humana. [43]

Desventajas: El principal problema es la falta de control. Es muy difícil saber la fecha exacta de la cubrición, lo que te complica muchísimo predecir la fecha de parto. Además, hay más riesgo de lesiones tanto para el semental (por alguna coz de una yegua que no esté receptiva del todo) como para las yeguas. [39] También aumenta el riesgo de que se transmitan enfermedades venéreas si no has hecho un control sanitario impecable de todos los animales. Y, claro, no puedes registrar cuántos saltos da un semental, lo que podría llevar a que lo uses en exceso y afecte su fertilidad a largo plazo.

Monta Dirigida (o de Mano)

La monta dirigida es el tipo de monta natural que más se usa en las yeguadas profesionales, y con razón. [38] Aquí, la yegua en celo es llevada al semental, y el apareamiento ocurre bajo la atenta supervisión y el control de personal que sabe lo que hace. El proceso del caballo 'cogiendo' a la yegua se gestiona con el máximo cuidado para asegurar la seguridad de todos.

Protocolo y Precauciones: El manejo es fundamental. La yegua debe haber sido 'recelada' correctamente para confirmar que está plenamente receptiva. [39] Antes de la cubrición, siempre le lavamos la zona perineal con agua y un jabón suave (que no afecte al esperma) y le vendamos la cola para mantener la higiene y evitar cualquier lesión por los pelos. [4] A menudo, le ponemos protectores en las patas y un 'tirapié' o traba para evitar que cocee al semental. Algunas yeguas muy nerviosas pueden necesitar un acial (torcedor) en el belfo para sujetarlas con seguridad. [39] El semental es controlado en todo momento por uno o dos manejadores con un ronzal o 'bridón de parada'.

Ventajas: Este método te da un control total. Sabes la fecha exacta de la cubrición, reduces drásticamente el riesgo de lesiones y minimizas la propagación de enfermedades. Además, puedes gestionar cuántos saltos da el semental, lo que te ayuda a conservar su energía y la calidad de su semen para cubrir a más yeguas durante la temporada. Este es el procedimiento estándar que yo utilizo para la cubrición en la mayoría de las yeguadas de prestigio.

Desventajas: Requiere personal más experimentado y una mayor inversión de tiempo. El ambiente puede ser más estresante para los animales que la monta libre. Y, claro, la seguridad del personal es lo primero, ya que trabajamos con animales grandes y poderosos en un momento de gran excitación.

II. Inseminación Artificial (IA): La Ciencia al Servicio de la Cría

La inseminación artificial es una técnica reproductiva que ha revolucionado la cría equina en las últimas décadas. Básicamente, consiste en recoger el semen del semental usando una vagina artificial para luego depositarlo directamente en el útero de la yegua cuando está en celo. [7, 19]

El Proceso de la IA

1. Recolección y Evaluación del Semen: El semental es entrenado para montar un 'potro fantasma' o maniquí, donde se coloca la vagina artificial para recoger el eyaculado. [33] Inmediatamente, llevamos el semen al laboratorio para evaluar su volumen, concentración, motilidad (¡que los espermatozoides se muevan bien!) y morfología (que tengan la forma correcta). Esta evaluación es crítica para calcular las dosis de inseminación. [25]

2. Tipos de Semen para IA:

  • Semen Fresco: Lo usamos enseguida de recogerlo, normalmente en la misma yeguada. Ofrece tasas de fertilidad altísimas, casi como la monta natural.
  • Semen Refrigerado: Lo mezclamos con un medio especial que lo nutre y protege, y lo refrigeramos a unos 4-5°C. Esto permite enviarlo a otras yeguadas, incluso a nivel internacional, manteniéndose viable durante 24-48 horas. [19] Es el método más extendido hoy día.
  • Semen Congelado: Se procesa con crioprotectores y se congela en nitrógeno líquido a -196°C, donde puede guardarse, en teoría, para siempre. [24] ¡Imagínate, te permite acceder a la genética de sementales de cualquier parte del mundo o incluso de sementales que ya no viven! Sin embargo, el proceso de congelación y descongelación daña a parte de los espermatozoides, por lo que su viabilidad es menor y exige un manejo de la yegua mucho más preciso. [24]

3. Inseminación de la Yegua: El seguimiento veterinario de la yegua con ecografía es intensivo. Queremos inseminar lo más cerca posible del momento de la ovulación. [25] Cuando el folículo está en su punto, se procede a la inseminación. Con una pipeta larga y estéril, el veterinario deposita la dosis de semen directamente en el útero. [36]

Ventajas y Desventajas de la IA

Ventajas:

  • Acceso Genético Global: Puedes usar sementales de cualquier rincón del mundo sin necesidad de mover a tu yegua, lo que reduce costos y estrés. [19]
  • Seguridad: Adiós a los riesgos de lesiones que a veces ocurren en la monta natural.
  • Sanidad: Disminuye drásticamente el riesgo de transmitir enfermedades venéreas. El semen puede ser analizado para detectar patógenos.
  • Eficiencia del Semental: De un solo eyaculado puedes sacar varias dosis para inseminar a muchas yeguas. [19] Esto es oro para sementales muy cotizados o con poca producción de esperma.
  • Superación de Problemas: Permite obtener descendencia de sementales con problemas de libido, o físicos que les impiden montar, o de yeguas con problemas de comportamiento.

Desventajas:

  • Coste: Requiere una inversión mayor en servicios veterinarios (seguimiento, hormonas), equipos de laboratorio y los envíos de semen.
  • Menor Fertilidad (con congelado): Las tasas de preñez con semen congelado suelen ser más bajas que con monta natural o semen fresco/refrigerado, y pueden variar mucho entre sementales. [24]
  • Necesidad de Expertise: Exige personal muy cualificado, tanto en el laboratorio para preparar el semen como en el campo para manejar a la yegua.

En resumen, la elección entre la monta natural y la inseminación artificial es una decisión estratégica para cada yeguada. Mientras que la imagen de un caballo y una yegua en su ritual de apareamiento nos evoca tradición y la pura fuerza de la naturaleza, la IA representa el avance, la eficiencia y la globalización de la genética equina. La mejor opción, al final, será siempre la que mejor se alinee con tus objetivos como criador, con la logística que tienes disponible y, lo más importante, la que garantice la salud y el bienestar tanto de la yegua como del semental.

Veterinario realizando una ecografía a una yegua en un box de la yeguada para controlar el ciclo reproductivo y la gestación.

Gestación, Parto y Cuidados Postnatales: La Culminación del Ciclo en la Yeguada

Ah, la gestación. Después de tanto trabajo, de esa planificación meticulosa para que el semental y la yegua hagan su parte, y de que el veterinario nos confirme esa buena noticia (normalmente con una ecografía entre los 14 y 16 días post-ovulación [33]), comienza una de las etapas más esperadas y, a la vez, más delicadas en la vida de una yeguada: los once meses de embarazo de la yegua. [9] Este período no es una simple espera pasiva; es un tiempo de manejo muy cuidadoso, de nutrición estratégica y de vigilancia constante para asegurarnos de que la madre se mantenga sana y que el futuro potro se desarrolle de la mejor manera. La culminación de todo ese esfuerzo se materializa en el parto, un evento tan milagroso como, a veces, arriesgado. En esta sección final, te guiaré a través del manejo de la yegua gestante, los preparativos para el parto, las fases del nacimiento y esos cuidados tan importantes para madre e hijo en las horas y días posteriores.

La Yegua Gestante: Nutrición y Manejo

Un manejo adecuado durante la gestación es clave para evitar problemas y asegurar que nazca un potro fuerte y viable. Las necesidades de la yegua cambian a lo largo de esos 11 meses de embarazo.

Primeros dos trimestres (Mes 1 al 7): Durante esta primera fase, el crecimiento del potro es relativamente lento. Por eso, las necesidades nutricionales de la yegua no difieren mucho de las de una yegua adulta que está en mantenimiento. Lo más importante aquí es que mantenga una buena condición corporal, ni muy gorda ni demasiado delgada. El ejercicio moderado y regular, como salir a un prado, es muy bueno para que mantenga el tono muscular y una buena salud cardiovascular. [34]

Último trimestre (Mes 8 al 11): Esta es la fase crucial. ¡Más del 70% del crecimiento del feto ocurre en estos últimos tres meses! [20] Las demandas de energía, proteínas, vitaminas y, sobre todo, minerales como el calcio, el fósforo y el cobre, se disparan. Es absolutamente esencial que le proporcionemos a la yegua un pienso formulado específicamente para gestantes, que cubra estas necesidades tan aumentadas. Una carencia nutricional en esta etapa puede comprometer seriamente el desarrollo óseo del potro y la futura capacidad de la madre para producir leche de calidad. [40]

Programa Sanitario: La yegua debe seguir un calendario de desparasitación regular, siempre con productos seguros para gestantes. La vacunación también es clave. Administramos una vacuna de recuerdo contra el tétanos, la influenza equina y, muy importante, el herpesvirus equino (que, como sabes, puede causar abortos) durante la gestación. Un mes antes de la fecha prevista de parto, solemos revacunar para que la yegua produzca una alta concentración de anticuerpos en el calostro, esa primera leche, que será el escudo protector del potro durante sus primeros meses de vida. [15]

Preparativos para el Parto: Anticipando la Llegada

A medida que se acerca la fecha prevista del parto, la yeguada debe prepararse para el gran evento. La gestación promedio dura unos 340 días, pero puede variar bastante, desde 320 hasta 360 días. [21]

El Box de Parto: Unas semanas antes de la fecha, la yegua debe ser trasladada a un box especial para el parto. Este debe ser un espacio amplio (piensa en un mínimo de 4x4 metros), tranquilo, impecablemente limpio, seco y, sobre todo, seguro. Lo ideal es usar una cama gruesa de paja, que es más cálida y menos polvorienta que la viruta, la cual podría ser inhalada por el recién nacido. [3] Si la yegua tuvo una cirugía de Caslick (un cierre parcial de la vulva para prevenir infecciones), es vital que el veterinario la abra unas dos semanas antes del parto para evitar desgarros graves durante el nacimiento. [20]

Signos de un Parto Inminente: Reconocer las señales que nos anuncian que el parto está cerca es crucial para poder vigilar a la yegua. Estos son algunos de los signos que yo busco: [20, 21]

  • El desarrollo de la ubre (2-6 semanas antes).
  • La relajación de los ligamentos de la pelvis, que hace que la base de la cola se vea más prominente (1-3 semanas antes).
  • Los 'cerones' o esas gotitas de cera seca en la punta de los pezones, que no es más que calostro seco (1-4 días antes).
  • Cambios en su comportamiento: la yegua se muestra inquieta, nerviosa, mira sus flancos, suda, se tumba y se levanta con frecuencia.

Vigilancia: Las yeguas, por naturaleza, prefieren parir de noche y en soledad. [34] Por eso, nuestra vigilancia es fundamental. Hoy en día podemos usar cámaras de video, alarmas que detectan la sudoración o cinturones que nos avisan cuando la yegua se tumba en posición de parto. Estar presente discretamente nos permite intervenir rápidamente si surge alguna complicación.

Las Fases del Parto: Un Proceso Rápido e Intenso

El parto en la yegua es un proceso explosivo y se divide en tres fases muy claras. [8, 23]

Fase 1: Preparación y Dilatación (1-4 horas): Empieza con las primeras contracciones uterinas y termina con la rotura de la 'bolsa de aguas'. La yegua mostrará esos signos de inquietud que describimos antes. Estas contracciones iniciales sirven para que el potro se posicione correctamente para el nacimiento. [23]

Fase 2: Expulsión del Potro (15-30 minutos): ¡Esta es la fase más rápida y la que exige más esfuerzo! Comienza con la 'rotura de aguas' (cuando se libera el líquido) y termina con el nacimiento del potro. [8] Las contracciones abdominales son muy potentes. Lo primero que debe aparecer es la 'bolsa blanca' (el amnios), seguida de las dos manos del potro (una ligeramente adelantada a la otra) y, apoyada sobre ellas, la cabeza. [8] Esta presentación es absolutamente crucial. Cualquier desviación (una mano atrás, la cabeza girada) es lo que llamamos una distocia y ¡es una emergencia veterinaria que requiere intervención inmediata! Nunca, bajo ninguna circunstancia, se debe tirar del potro a menos que sea bajo la instrucción directa de un veterinario, ya que se pueden causar daños muy graves.

Fase 3: Expulsión de la Placenta (hasta 3 horas): Después de que el potro ha nacido, la yegua expulsará las membranas fetales. [8] Es vital asegurarse de que expulsa la placenta completa. Si la placenta se retiene (es decir, no ha sido expulsada en 3-4 horas), es una emergencia grave que puede provocar una infección uterina muy seria (metritis) y una inflamación sistémica grave (laminitis). [34] Nunca se debe tirar de ella; puedes anudarla sobre sí misma para que el propio peso ayude a su expulsión. [8] Una vez que la expulsa, es fundamental extenderla en el suelo para verificar que está completa, que no falta ningún trozo.

Cuidados Postnatales: Las Primeras Horas Críticas

Las primeras horas de vida son un período de adaptación crucial tanto para la yegua como para su potro.

Para el Potro - La Regla '1-2-3': Un potro sano, lo que yo siempre enseño, debe seguir esta regla de oro: [15]

  • Ponerse de pie en 1 hora.
  • Mamar en 2 horas.
  • Expulsar el meconio (sus primeras heces, oscuras y duras) en 3 horas.

El cordón umbilical normalmente se rompe solo cuando la yegua o el potro se levantan. Es fundamental que desinfectes el muñón umbilical con una solución de clorhexidina diluida o yodo durante los primeros 2-3 días para prevenir infecciones (onfaloflebitis). [3] Pero lo más, más importante, es que el potro ingiera el calostro. Esa primera leche es una auténtica 'vacuna natural', riquísima en anticuerpos (inmunoglobulinas) que le darán una inmunidad pasiva vital, ya que nacen sin defensas. [18] Si hay algún problema en la ingesta de este calostro, es decir, un fallo en la transferencia de esa inmunidad, se necesita la intervención veterinaria. Si el potro no cumple con la regla '1-2-3', no lo dudes, ¡contacta a tu veterinario de inmediato!

Para la Yegua: Después del parto, la yegua establecerá un vínculo muy fuerte con su potro lamiéndolo y mostrando ese poderoso instinto maternal. Debes observar que lo acepte y le permita mamar sin problemas. [3] Es normal que tenga un ligero cólico debido a las contracciones uterinas post-parto. Hay que vigilar que coma, beba, orine y defeque con normalidad. Un flujo vaginal ligero (loquios) es normal durante varios días, pero nunca debe tener mal olor.

Desde la planificación meticulosa de un cruce, ese momento mágico donde el caballo y la yegua inician la vida, pasando por el seguimiento atento de la gestación, hasta la supervisión cuidadosa del parto y los primeros días del potro, el ciclo de la cría equina llega a su fin, solo para volver a empezar. Cada potro sano que ves galopar en los prados de tu yeguada es el testimonio del conocimiento, la dedicación y, sobre todo, la pasión de un criador. Y para aquellos que deseen profundizar aún más en la ciencia y las mejores prácticas de la cría equina, siempre recomiendo la web de la Asociación Nacional de Criadores de Caballos de Pura Raza Española (ANCCE). [11] En información detallada y recursos para criadores que, como yo, buscan la excelencia. El viaje de la vida, desde el instante en que un semental y una yegua inician esa magia, es un proceso que combina la ciencia más rigurosa con el arte más sublime. Te lo aseguro.