Este artículo exhaustivo se adentra en el universo de la yegua, pilar fundamental de cualquier yeguada y programa de cría equina. Exploraremos en profundidad la fisiología y el complejo ciclo reproductivo que gobierna su fertilidad, un conocimiento indispensable para criadores y aficionados. Se detallarán los métodos de reproducción, desde la monta natural, analizando el comportamiento del caballo con yegua, hasta las técnicas más avanzadas de inseminación artificial. Abordaremos el manejo integral de la yegua dentro de la yeguada, cubriendo aspectos cruciales como la nutrición, la preparación para la cubrición y los cuidados durante la gestación. Finalmente, guiaremos al lector a través del emocionante proceso del parto y los cuidados postnatales tanto para la madre como para el potro, asegurando una base sólida para la salud y el bienestar de las futuras generaciones equinas. Este texto es una herramienta esencial para comprender desde la ciencia del 'caballo cubriendo yegua' hasta el arte de criar campeones.

La Yegua: Clave de la Genética y la Reproducción Equina
La figura de la yegua es central y absolutamente insustituible en el mundo de la cría de caballos. No es simplemente un vientre de alquiler; es la depositaria de la mitad del material genético que dará forma a las futuras generaciones de campeones, y su salud, fisiología y bienestar son los cimientos sobre los que se construye el éxito de toda yeguada. Comprender a la yegua en su totalidad, desde su anatomía reproductiva hasta los más sutiles cambios hormonales y de comportamiento, es la diferencia entre un criador aficionado y un profesional de éxito. Este conocimiento es vital para optimizar la fertilidad, asegurar gestaciones a término y producir potros sanos y fuertes.
El viaje hacia un potro excepcional comienza mucho antes del momento en que se produce el apareamiento. Comienza con una yegua sana, fértil y bien manejada. En este primer apartado, nos sumergiremos en las profundidades de la biología de la yegua, desentrañando los misterios de su ciclo estral y proporcionando las herramientas necesarias para que cualquier criador pueda tomar decisiones informadas, maximizando así las posibilidades de éxito reproductivo. Desde la selección de la reproductora ideal hasta la preparación meticulosa para el encuentro con el semental, cada paso es crucial y merece una atención detallada.
Anatomía Reproductiva de la Yegua: Un Diseño para la Vida
Para entender el proceso reproductivo, primero debemos familiarizarnos con las estructuras que lo hacen posible. El sistema reproductor de la yegua es una maravilla de la ingeniería biológica, compuesto por los ovarios, el oviducto, el útero, el cérvix, la vagina y la vulva. Cada componente juega un papel específico y sincronizado.
Los Ovarios: Son dos órganos con forma de haba, responsables de dos funciones vitales: la producción de óvulos (gametos femeninos) y la secreción de hormonas sexuales como el estrógeno y la progesterona. A diferencia de otras especies, la ovulación en la yegua ocurre en un punto específico llamado fosa de ovulación. [2] Durante el celo, los folículos (estructuras que contienen los óvulos) crecen en la superficie del ovario. Uno de estos folículos se volverá dominante, madurará y finalmente liberará el óvulo, un evento que marca el punto álgido de la fertilidad. La palpación rectal y la ecografía son herramientas indispensables en una yeguada moderna para monitorizar esta actividad ovárica y determinar el momento óptimo para la cubrición.
Útero y Cérvix: El útero es un órgano muscular con forma de 'Y', compuesto por un cuerpo y dos cuernos uterinos. Es aquí donde, si se produce la fertilización, el embrión se implantará y desarrollará durante los aproximadamente 11 meses de gestación. [9] El cérvix actúa como una barrera protectora entre el útero y el ambiente externo (la vagina). Su estado cambia drásticamente a lo largo del ciclo estral: durante el celo, bajo la influencia del estrógeno, se relaja y abre para permitir la entrada del semen de un caballo cubriendo la yegua; durante la gestación o la fase de diestro, bajo el efecto de la progesterona, permanece firmemente cerrado para proteger al feto. [2]
El Ciclo Estral: El Ritmo de la Fertilidad
La yegua es una hembra poliéstrica estacional de días largos, lo que significa que su actividad reproductiva se concentra en los meses con más horas de luz, típicamente desde la primavera hasta el otoño. [6] Este mecanismo natural asegura que los potros nazcan en la siguiente primavera, cuando las condiciones climáticas y la disponibilidad de pasto son más favorables para su supervivencia. El ciclo estral completo dura aproximadamente 21 días y se divide en dos fases principales: el estro y el diestro. [2, 5]
Fase de Estro (Celo): Es el período de receptividad sexual, que dura entre 4 y 7 días. [2] Durante esta fase, la yegua muestra interés activo por el semental. Hormonalmente, está dominada por los estrógenos producidos por el folículo en crecimiento. Los signos clásicos del celo incluyen levantar la cola, orinar frecuentemente, posicionarse con las patas traseras separadas y el 'parpadeo' o eversión de los labios vulgares. La ovulación suele ocurrir entre 24 y 48 horas antes del final del estro. [4] Entender esta ventana de tiempo es fundamental para programar la monta o la inseminación.
Fase de Diestro: Es el período de inactividad sexual, que dura de 14 a 16 días. [13] Comienza justo después de la ovulación. La estructura que queda en el ovario tras la liberación del óvulo se transforma en el cuerpo lúteo, que produce progesterona. [5] Esta hormona prepara el útero para una posible gestación y suprime el comportamiento de celo. Si la yegua no queda preñada, hacia el día 14 post-ovulación, el endometrio (revestimiento del útero) libera la hormona prostaglandina F2α, que destruye el cuerpo lúteo. [2] La caída de la progesterona permite que un nuevo ciclo comience, y la yegua vuelve a entrar en celo.
Detección del Celo: El 'Recelado' en la Yeguada
La correcta detección del celo es, quizás, la habilidad más importante en el manejo reproductivo de una yeguada. Un error en este punto puede llevar a montas infructuosas, pérdida de tiempo y recursos económicos. El método más fiable y tradicional es el 'recelado', que consiste en exponer a la yegua a un semental (a menudo un 'recela' o probador, no el semental principal) y observar su comportamiento. [33]
Una yegua en celo mostrará los signos de receptividad ya mencionados, mientras que una yegua en diestro o preñada reaccionará de forma negativa, con agresividad, intentando morder o cocear al macho. [2] Este procedimiento debe realizarse de forma segura, con barreras físicas adecuadas para proteger tanto a los animales como a los manejadores. La observación diaria durante la temporada de cría es esencial. Para el criador, no hay nada más claro que la interacción entre un caballo con yegua; la naturaleza misma indica el estado de la hembra. Aunque la tecnología como la ecografía nos da una precisión científica inigualable sobre el estado folicular, la confirmación conductual a través del recelado sigue siendo una práctica estándar y de gran valor.
La preparación de la yegua para la reproducción no es un evento, sino un proceso continuo. Una nutrición adecuada, un buen estado corporal (ni muy gorda ni muy delgada), un calendario de desparasitación y vacunación al día, y un ambiente libre de estrés son factores que influyen directamente en la salud reproductiva. El manejo de la luz artificial es una herramienta comúnmente utilizada en yeguadas profesionales para adelantar el inicio de la temporada reproductiva, exponiendo a las yeguas a 16 horas de luz diarias a partir de finales de otoño. [2] Esto permite que los potros nazcan a principios de año, una ventaja competitiva en muchas disciplinas hípicas. Todo este manejo meticuloso culmina en el momento de la verdad: la cubrición. Ya sea a través de la monta natural, un proceso instintivo y poderoso donde un caballo cogiendo yegua es un espectáculo de la naturaleza, o mediante técnicas de inseminación artificial, el objetivo es el mismo: lograr la gestación. El entendimiento profundo de la fisiología de la yegua es el mapa que guía al criador a través de este fascinante pero exigente viaje.
La selección de la hembra reproductora es un arte y una ciencia. No solo se deben considerar sus líneas de sangre, conformación y aptitudes deportivas, sino también su historial reproductivo. Una yegua que concibe con facilidad, lleva a término sus gestaciones sin complicaciones y es una buena madre, es un tesoro para cualquier yeguada. La evaluación reproductiva por parte de un veterinario especializado antes de la compra o de iniciar la temporada de cría es una inversión inteligente. Este examen suele incluir palpación rectal, ecografía de los ovarios y el útero, y en algunos casos, citologías o biopsias uterinas para descartar problemas subclínicos como infecciones o fibrosis que puedan comprometer la fertilidad. Preparar a la yegua es asegurar el futuro de la ganadería, sentando las bases para que el acto de un caballo cubriendo yegua sea el inicio de una nueva vida llena de potencial.

La Monta: Técnicas y Decisiones Cruciales en la Yeguada
Una vez que hemos comprendido la compleja fisiología de la yegua y hemos identificado el momento de máxima fertilidad, llega el momento de la verdad: la cubrición. Esta fase es el punto de inflexión en el proceso de cría y representa una de las decisiones más importantes que un criador debe tomar. La elección del método de apareamiento no solo tiene implicaciones logísticas y económicas, sino que también afecta a la seguridad de los animales, la eficiencia reproductiva y la gestión sanitaria de la yeguada. Los dos caminos principales son la monta natural y la inseminación artificial, cada uno con sus propias ventajas, desventajas y protocolos específicos. En este apartado, analizaremos en detalle ambas técnicas, explorando el instinto primordial del caballo con yegua en la monta libre y dirigida, y la precisión científica que ofrece la tecnología reproductiva moderna.
La decisión sobre cómo proceder dependerá de múltiples factores: las normativas del libro genealógico de la raza (algunos, como el del Pura Sangre Inglés, solo permiten la monta natural), la ubicación geográfica del semental y la yegua, el valor y temperamento de los animales involucrados, y los objetivos específicos del criador. Profundizaremos en los procedimientos, precauciones y consideraciones para asegurar que el proceso, independientemente del método elegido, se lleve a cabo de la manera más segura, higiénica y efectiva posible.
I. Monta Natural: El Poder del Instinto
La monta natural es el método de reproducción que ha perpetuado la especie equina durante milenios. Se basa en el comportamiento instintivo del semental y la yegua. Existen dos modalidades principales: la monta libre y la monta dirigida. [38]
Monta Libre (o a Campo)
En este sistema, un semental convive en un prado o corral con un grupo de yeguas durante la temporada de cría. [38] El propio caballo con yegua se encarga de detectar los celos y realizar las cubriciones en el momento que su instinto le dicta.
Ventajas: Es el método menos intensivo en cuanto a mano de obra para el criador. Las tasas de concepción suelen ser muy altas, ya que el semental cubre a la yegua múltiples veces durante su celo, asegurando una alta probabilidad de que haya semen viable en el tracto reproductivo en el momento de la ovulación. El comportamiento es completamente natural, lo que reduce el estrés asociado al manejo humano intensivo. [43]
Desventajas: El principal inconveniente es la falta de control. Es difícil saber con exactitud la fecha de la cubrición, lo que complica la predicción de la fecha de parto. Además, existe un mayor riesgo de lesiones tanto para el semental (por coces de yeguas no receptivas) como para las yeguas. [39] También aumenta el riesgo de transmisión de enfermedades venéreas si no se ha realizado un control sanitario exhaustivo de todos los animales. Este método hace que sea imposible registrar el número de saltos que da un semental, pudiendo llevar a un uso excesivo que afecte a su fertilidad a largo plazo.
Monta Dirigida (o de Mano)
La monta dirigida es el método de monta natural más común en las yeguadas profesionales. [38] En este caso, la yegua en celo es llevada al semental, y el apareamiento se produce bajo la supervisión y control de personal experimentado. El proceso del caballo cogiendo yegua es cuidadosamente gestionado para maximizar la seguridad.
Protocolo y Precauciones: El manejo adecuado es fundamental. La yegua debe estar correctamente 'recelada' para confirmar que es plenamente receptiva. [39] Antes de la cubrición, se le lava la zona perineal con agua y un jabón suave no espermicida y se le venda la cola para mantener la higiene y evitar que los pelos interfieran o causen lesiones. [4] A menudo, se le colocan protectores (botas) y un 'tirapié' o traba en las patas traseras para evitar que pueda cocear al semental. Algunas yeguas muy nerviosas pueden requerir el uso de un acial (torcedor) en el belfo como método de sujeción. [39] El semental es controlado en todo momento por uno o dos manejadores mediante un ronzal o 'bridón de parada'.
Ventajas: Ofrece un control total sobre el proceso. Se conoce la fecha exacta de la cubrición, se minimiza drásticamente el riesgo de lesiones y se reduce la propagación de enfermedades. Permite gestionar el número de saltos que realiza un semental, conservando su energía y su calidad seminal para cubrir a un mayor número de yeguas durante la temporada. Este es el procedimiento estándar donde se gestiona el proceso del_ caballo cubriendo yegua _en la mayoría de las yeguadas de prestigio.
Desventajas: Requiere personal más experimentado y mayor inversión de tiempo. El ambiente puede ser más estresante para los animales que la monta libre. La seguridad del personal es una preocupación primordial, ya que se trabaja con animales grandes y poderosos en un momento de alta excitación.
II. Inseminación Artificial (IA): La Ciencia al Servicio de la Cría
La inseminación artificial es una técnica reproductiva que consiste en recolectar el semen del semental mediante una vagina artificial para luego depositarlo directamente en el útero de la yegua en celo. [7] Su uso se ha extendido masivamente en las últimas décadas, revolucionando la cría equina. [19]
El Proceso de la IA
1. Recolección y Evaluación del Semen: El semental es entrenado para montar un 'potro fantasma' o maniquí, sobre el cual se coloca una vagina artificial que recoge el eyaculado. [33] Inmediatamente después, el semen se lleva al laboratorio, donde se evalúa su volumen, concentración, motilidad (movimiento progresivo de los espermatozoides) y morfología (forma de los espermatozoides). Esta evaluación es crítica para calcular las dosis de inseminación. [25]
2. Tipos de Semen para IA:
- Semen Fresco: Se utiliza inmediatamente después de su recolección y evaluación, generalmente en la misma yeguada. Ofrece las tasas de fertilidad más altas, similares a la monta natural.
- Semen Refrigerado: Se diluye con un medio especial (diluyente) que lo nutre y protege, y se refrigera a unos 4-5°C. Esto permite transportarlo a otras yeguadas a nivel nacional o internacional, manteniéndose viable durante 24-48 horas. [19] Es el método más común en la IA equina.
- Semen Congelado: Se procesa con crioprotectores y se congela en nitrógeno líquido a -196°C, donde puede almacenarse teóricamente de forma indefinida. [24] Permite acceder a la genética de sementales de cualquier parte del mundo o incluso de sementales ya fallecidos. Sin embargo, el proceso de congelación y descongelación daña a una parte de los espermatozoides, por lo que su viabilidad es menor y requiere un manejo y una sincronización de la yegua mucho más precisos. [24]
3. Inseminación de la Yegua: El seguimiento veterinario de la yegua mediante ecografía es intensivo. Se busca inseminar lo más cerca posible del momento de la ovulación. [25] Cuando el folículo alcanza el tamaño y las características preovulatorias, se procede a la inseminación. Utilizando una pipeta larga y estéril, el veterinario deposita la dosis de semen directamente en el cuerpo del útero. [36]
Ventajas y Desventajas de la IA
Ventajas:
- Acceso Genético Global: Permite utilizar sementales ubicados en cualquier lugar del mundo sin necesidad de transportar a la yegua, reduciendo costes y estrés. [19]
- Seguridad: Elimina los riesgos de lesiones asociados a la monta natural.
- Sanidad: Reduce drásticamente el riesgo de transmisión de enfermedades venéreas. El semen puede ser analizado para detectar patógenos.
- Eficiencia del Semental: Un solo eyaculado puede dividirse en múltiples dosis para inseminar a varias yeguas. [19] Esto es especialmente útil para sementales de alta demanda o con baja producción de esperma.
- Superación de Problemas: Permite obtener descendencia de sementales con problemas de libido, problemas físicos que les impiden montar o de yeguas con problemas de comportamiento.
Desventajas:
- Coste: Requiere una mayor inversión en servicios veterinarios (seguimiento ecográfico, hormonas), equipo de laboratorio y costes de envío de semen.
- Menor Fertilidad (con congelado): Las tasas de preñez con semen congelado son generalmente más bajas que con monta natural o semen fresco/refrigerado y varían mucho entre sementales. [24]
- Necesidad de Expertise: Requiere personal altamente cualificado tanto en el laboratorio para el procesamiento del semen como en el campo para el manejo de la yegua.
En resumen, la elección entre la monta natural y la inseminación artificial es una decisión estratégica para toda yeguada. Mientras que la imagen de un caballo con yegua en su ritual de apareamiento evoca la tradición y la fuerza de la naturaleza, la IA representa el progreso, la eficiencia y la globalización de la genética equina. La mejor opción será siempre aquella que se alinee con los objetivos del criador, la logística disponible y, sobre todo, que garantice la salud y el bienestar tanto de la yegua como del semental.

Gestación, Parto y Cuidados Postnatales: La Culminación del Ciclo en la Yeguada
Una vez que la cubrición ha sido exitosa y el veterinario confirma la gestación, generalmente mediante ecografía a los 14-16 días post-ovulación [33], comienza una de las etapas más esperadas y a la vez delicadas en la vida de una yeguada: los once meses de embarazo de la yegua. [9] Este período no es una simple espera pasiva; es un tiempo de manejo cuidadoso, nutrición estratégica y vigilancia constante para asegurar que la yegua se mantenga sana y que el feto se desarrolle de manera óptima. La culminación de todo el esfuerzo, desde la selección de los progenitores hasta la gestión del proceso del caballo cubriendo yegua, se materializa en el parto, un evento tan milagroso como potencialmente arriesgado. En esta sección final, guiaremos al lector a través del manejo de la yegua gestante, los preparativos para el parto, las fases del nacimiento del potro y los cuidados cruciales para madre e hijo en las horas y días posteriores.
La Yegua Gestante: Nutrición y Manejo
El manejo adecuado durante la gestación es fundamental para prevenir problemas y asegurar el nacimiento de un potro viable. Los requerimientos de la yegua cambian a lo largo de los 11 meses de preñez.
Primeros dos trimestres (Mes 1 al 7): Durante esta primera fase, el crecimiento fetal es relativamente lento. Las necesidades nutricionales de la yegua no son muy diferentes a las de una yegua adulta en mantenimiento. Lo más importante es mantener una buena condición corporal, evitando tanto la obesidad como la delgadez extrema. El ejercicio regular y moderado, como la salida a un prado, es beneficioso para mantener el tono muscular y la salud cardiovascular. [34]
Último trimestre (Mes 8 al 11): Esta es la fase crítica. Más del 70% del crecimiento del feto ocurre en estos últimos tres meses. [20] Las demandas de energía, proteínas, vitaminas y, sobre todo, minerales como el calcio, el fósforo y el cobre, se disparan. Es esencial proporcionar a la yegua un pienso formulado específicamente para yeguas gestantes, que cubra estas necesidades incrementadas. Una deficiencia nutricional en esta etapa puede comprometer el desarrollo esquelético del potro y la futura producción de leche de la madre. [40]
Programa Sanitario: La yegua debe seguir un programa de desparasitación regular, utilizando productos seguros para la gestación. La vacunación también es clave. Se administra una vacuna de recuerdo contra el tétanos, la influenza equina y, muy importante, el herpesvirus equino (que puede causar abortos) durante la gestación. Un mes antes de la fecha prevista de parto, se suele revacunar para que la yegua produzca una alta concentración de anticuerpos en el calostro, la primera leche, que protegerá al potro durante sus primeros meses de vida. [15]
Preparativos para el Parto: Anticipando la Llegada
A medida que se acerca la fecha prevista del parto, la yeguada debe prepararse para el gran evento. La gestación media dura unos 340 días, pero puede variar de 320 a 360 días. [21]
El Box de Parto: Unas semanas antes de la fecha, la yegua debe ser trasladada a un box de parto. Este debe ser un espacio amplio (mínimo 4x4 metros), tranquilo, limpio, seco y seguro. Lo ideal es cubrir el suelo con una cama gruesa de paja, que es más cálida y menos polvorienta que la viruta, la cual podría ser inhalada por el potro recién nacido. [3] Si la yegua ha tenido una cirugía de Caslick (cierre parcial de la vulva para prevenir infecciones), esta debe ser abierta por el veterinario unas dos semanas antes del parto para evitar desgarros graves. [20]
Signos de un Parto Inminente: Reconocer las señales que anuncian la proximidad del parto es crucial para poder vigilar a la yegua. Los signos incluyen: [20, 21]
- Desarrollo de la ubre (2-6 semanas antes).
- Relajación de los ligamentos de la pelvis, haciendo que la base de la cola parezca más prominente (1-3 semanas antes).
- 'Cerones' o gotas de cera en la punta de los pezones, que es calostro seco (1-4 días antes).
- Cambios de comportamiento: la yegua se muestra inquieta, nerviosa, mira sus flancos, suda, se tumba y se levanta con frecuencia.
Vigilancia: Las yeguas prefieren parir de noche y en soledad. [34] Por ello, la vigilancia es fundamental. Se pueden usar cámaras de video, alarmas de sudoración o cinturones que detectan cuándo la yegua se tumba en posición de parto. Estar presente discretamente permite intervenir rápidamente si surge una complicación.
Las Fases del Parto: Un Proceso Rápido e Intenso
El parto en la yegua es un proceso explosivo y se divide en tres fases. [8, 23]
Fase 1: Preparación y Dilatación (1-4 horas): Comienza con las primeras contracciones uterinas y termina con la rotura de la bolsa de aguas. La yegua muestra los signos de inquietud descritos anteriormente. Estas contracciones iniciales sirven para posicionar correctamente al potro para el nacimiento. [23]
Fase 2: Expulsión del Potro (15-30 minutos): Esta es la fase más rápida y de mayor esfuerzo. Comienza con la 'rotura de aguas' (liberación de líquido alantoideo) y termina con el nacimiento del potro. [8] Las contracciones abdominales se vuelven muy potentes. Lo primero que debe aparecer es la 'bolsa blanca' (el amnios), seguido de las dos manos del potro (una ligeramente adelantada a la otra) y, apoyada sobre ellas, la cabeza. [8] Esta presentación es crucial. Cualquier desviación (una mano atrás, la cabeza girada) es una distocia y constituye una emergencia veterinaria que requiere intervención inmediata. Nunca se debe tirar del potro a menos que sea bajo instrucción veterinaria, ya que se pueden causar daños graves.
Fase 3: Expulsión de la Placenta (hasta 3 horas): Después del nacimiento, la yegua expulsará las membranas fetales. [8] Es vital asegurarse de que expulsa la placenta completa. Una retención de placenta (si no ha sido expulsada en 3-4 horas) es una emergencia grave que puede provocar una infección uterina (metritis) y una inflamación sistémica grave (laminitis). [34] Nunca se debe tirar de ella; se puede anudar sobre sí misma para que el peso ayude a su expulsión. [8] Una vez expulsada, debe extenderse en el suelo para comprobar que está completa.
Cuidados Postnatales: Las Primeras Horas Críticas
Las primeras horas de vida son un período de adaptación crucial tanto para la yegua como para el potro.
Para el Potro - La Regla '1-2-3': Un potro sano debe: [15]
- Ponerse de pie en 1 hora.
- Mamar en 2 horas.
- Expulsar el meconio (primeras heces, oscuras y duras) en 3 horas.
El cordón umbilical normalmente se rompe solo cuando la yegua o el potro se levantan. Es fundamental desinfectar el muñón umbilical con una solución de clorhexidina diluida o yodo durante los primeros 2-3 días para prevenir infecciones (onfaloflebitis). [3] Lo más importante es que el potro ingiera el calostro. Esta primera leche es rica en anticuerpos (inmunoglobulinas) que le proporcionarán inmunidad pasiva, ya que nacen sin defensas. [18] Un fallo en la transferencia de esta inmunidad requiere la intervención veterinaria. Si el potro no cumple la regla '1-2-3', se debe contactar al veterinario.
Para la Yegua: Tras el parto, la yegua establecerá un vínculo con su potro lamiéndolo y mostrando un fuerte instinto maternal. Se debe observar que acepte al potro y le permita mamar. [3] Es normal que tenga un ligero cólico por las contracciones uterinas post-parto. Hay que vigilar que coma, beba, orine y defeque con normalidad. El flujo vaginal post-parto (loquios) es normal durante varios días, pero no debe tener mal olor.
Desde la planificación meticulosa del cruce de un caballo con yegua, pasando por el seguimiento de la gestación, hasta la supervisión atenta del parto y los primeros días del potro, el ciclo de la cría equina llega a su fin, solo para volver a empezar. Cada potro sano que galopa en los prados de una yeguada es el testimonio del conocimiento, la dedicación y la pasión del criador. Para aquellos que deseen profundizar aún más en la ciencia y las mejores prácticas de la cría equina, la web de la Asociación Nacional de Criadores de Caballos de Pura Raza Española (ANCCE) es un recurso invaluable. [11] La web www.ancce.es ofrece información detallada, normativas del libro genealógico y recursos para criadores que buscan la excelencia. El viaje de la vida, desde el instante en que un caballo cogiendo yegua inicia la magia, es un proceso que combina la ciencia más rigurosa con el arte más sublime.