Este artículo es la guía más completa sobre los frenos de bici, un componente crucial para la seguridad y el rendimiento de cualquier ciclista. Exploraremos en profundidad la historia y evolución de los sistemas de frenado, desde los clásicos frenos de llanta como los V-Brake hasta la tecnología dominante actual: los frenos de disco. Haremos una distinción clara entre frenos de disco mecánicos e hidráulicos, analizando sus componentes, funcionamiento, ventajas y desventajas. El artículo se adentra en el universo del freno hidraulico bici, explicando por qué se ha convertido en el estándar para ciclistas de montaña y de carretera de alto rendimiento, detallando su potencia superior y modulación. Además, ofrecemos guías prácticas de mantenimiento, como el purgado de los frenos hidraulicos para bici, el cambio de pastillas y el ajuste general. También compararemos las principales marcas del mercado y te ayudaremos a elegir el sistema de frenos perfecto según tu disciplina ciclista y presupuesto. Ya sea que tengas una bici con freno a disco o estés pensando en actualizarte, aquí encontrarás toda la información necesaria para tomar decisiones informadas y mantener tu 'freno de bici' en condiciones ópticas.

Una Introducción Exhaustiva al Mundo de los Frenos Bici: Fundamentos, Tipos y Evolución
Los frenos bici son, sin lugar a dudas, uno de los componentes más críticos para la seguridad y el control del ciclista. [38] Un sistema de frenado eficiente no solo permite detener la bicicleta de manera segura y predecible, sino que también otorga la confianza necesaria para explorar nuevos límites, ya sea en descensos vertiginosos de montaña, en el tráfico urbano o en veloces rutas de carretera. [22] La capacidad de modular la velocidad con precisión es lo que diferencia a un ciclista aficionado de uno experimentado, y en el corazón de esta habilidad se encuentra un buen freno de bici. A lo largo de la historia del ciclismo, los sistemas de frenado han experimentado una evolución tecnológica fascinante, pasando de mecanismos rudimentarios a sistemas de alta ingeniería que ofrecen una potencia y un control inimaginables hace algunas décadas. En esta primera parte, sentaremos las bases, explorando los tipos de frenos fundamentales, su funcionamiento y cómo han evolucionado hasta llegar a los avanzados sistemas que conocemos hoy, prestando especial atención a la transición hacia la bici con freno a disco y la aparición del revolucionario freno hidraulico bici.
La Era Clásica: Frenos de Llanta (Rim Brakes)
Antes de que los discos se convirtieran en el estándar, el mundo del ciclismo estaba dominado por los frenos de llanta. [22] El principio de funcionamiento de estos frenos es simple y directo: unas zapatas, generalmente de goma o un compuesto similar, son presionadas contra la superficie lateral de la llanta de la rueda para generar fricción y, por lo tanto, reducir la velocidad. [25] Este sistema, aunque básico en su concepto, se diversificó en varios tipos, cada uno con sus propias características y aplicaciones.
Frenos de Pinza (Caliper Brakes)
Estos frenos son los más reconocibles en las bicicletas de carretera clásicas y modernas. [1] Constan de dos brazos que pivotan sobre un único punto central, montado en el puente de la horquilla o en el cuadro, justo por encima de la rueda. Al accionar la maneta de freno, un cable tira de los brazos, haciendo que las zapatas se cierren sobre la llanta. Su principal ventaja siempre ha sido su ligereza y su simplicidad aerodinámica, factores cruciales en el ciclismo de carretera competitivo. [34] Sin embargo, su potencia de frenado es limitada en comparación con otros sistemas y su rendimiento se ve notablemente afectado por condiciones de humedad, ya que el agua en la llanta actúa como un lubricante, reduciendo la fricción. [20]
Frenos Cantilever
Populares en las primeras bicicletas de montaña y todavía presentes en el ciclocross, los frenos cantilever utilizan dos brazos de freno separados, cada uno montado en un pivote específico soldado al cuadro o a la horquilla. [1] Un cable de freno principal tira de un cable secundario (straddle cable) que conecta los dos brazos, obligándolos a pivotar hacia adentro y presionar las zapatas contra la llanta. [44] Ofrecen un mayor espacio libre para el neumático y el barro en comparación con los frenos de pinza, una cualidad indispensable en el ciclocross. [44] No obstante, su ajuste puede ser complejo para los mecánicos novatos y su potencia, aunque superior a la de los frenos de pinza, no alcanza los niveles de los sistemas más modernos.
Frenos V-Brake: La Revolución de la Potencia en la Llanta
La introducción de los frenos V-Brake a mediados de los años 90 por parte de Shimano supuso un salto cuántico en la potencia de frenado para los frenos de llanta. [18] Considerados una evolución directa de los cantilever, los V-Brake cuentan con brazos más largos y un anclaje del cable directo a uno de los brazos, eliminando el cable secundario. [2, 18] Este diseño proporciona una mayor ventaja mecánica, lo que se traduce en una potencia de frenado significativamente superior. [19] Durante años, fueron el estándar de oro para las bicicletas de montaña y muchas bicicletas híbridas y urbanas. Son relativamente económicos, fáciles de mantener y muy potentes en condiciones secas. [2] Sin embargo, comparten las mismas debilidades fundamentales de todos los frenos de llanta: una marcada disminución del rendimiento en mojado y barro, y el inevitable desgaste de la llanta con el tiempo, que se convierte en una superficie de fricción consumible. [20, 25]
La Transición y el Dominio Actual: La Era del Freno de Disco
La principal limitación de los frenos de llanta es que dependen de una superficie (la llanta) que está expuesta a los elementos y que además cumple una función estructural crítica. La solución a estos problemas llegó con la adaptación de una tecnología probada en el mundo del motor: los frenos de disco. En este sistema, la frenada se desplaza desde la llanta hasta un disco metálico (rotor) montado en el buje de la rueda. Una pinza (caliper), anclada al cuadro o la horquilla, aloja un par de pastillas que muerden el rotor cuando se acciona el freno. [6] Esta reubicación de la superficie de frenado resolvió de golpe los mayores problemas de los frenos de llanta. El rendimiento de una bici con freno a disco es mucho más consistente y fiable en condiciones adversas como lluvia, nieve o barro, ya que el rotor está más protegido y su diseño permite evacuar el agua y la suciedad de manera más eficaz. [13, 2] Además, elimina por completo el desgaste de la llanta, permitiendo construir ruedas más ligeras y duraderas. [20] La potencia y la modulación (la capacidad de controlar finamente la fuerza de frenado) también son superiores. [13] Dentro del universo de los frenos de disco, existen dos grandes familias según su método de accionamiento: mecánicos e hidráulicos.
Frenos de Disco Mecánicos
Los frenos de disco mecánicos representan el punto de entrada al mundo del frenado sobre disco. Utilizan el mismo sistema de cable de acero que los frenos de llanta para accionar la pinza. Al apretar la maneta de freno, el cable tira de un brazo en la pinza, que a su vez empuja un pistón (generalmente solo uno, el otro es fijo) para presionar las pastillas contra el rotor. [25] Sus ventajas son la simplicidad, el bajo costo y la facilidad de mantenimiento y reparación en cualquier lugar, ya que utilizan cables y fundas estándar. [3, 24] Sin embargo, sus desventajas son significativas en comparación con sus homólogos hidráulicos. La potencia de frenado es menor, el tacto de la maneta suele ser más duro y menos sensible, y requieren ajustes manuales periódicos para compensar el desgaste de las pastillas. [24] Pese a ello, son una opción viable y popular para bicicletas de cicloturismo, gravel de iniciación y bicicletas urbanas donde la simplicidad y la reparabilidad en ruta son prioritarias. [15]
Frenos de Disco Hidráulicos: El Estándar de Oro
Aquí es donde la tecnología de los frenos bici alcanza su cénit actual. El freno hidraulico bici sustituye el cable de acero por un sistema sellado que contiene un fluido incompresible (generalmente aceite mineral o líquido sintético DOT). [9, 6] El sistema funciona bajo el principio de Pascal. Al presionar la maneta de freno, un pistón en el interior de la maneta (cilindro maestro) empuja el fluido a través de un latiguillo. [9] Esta presión se transmite instantáneamente a los pistones situados en la pinza (cilindro esclavo), que se mueven para presionar las pastillas contra el rotor con una fuerza inmensa. [6] Los beneficios de los frenos hidraulicos para bici son abrumadores. Ofrecen una potencia de frenado muy superior, permitiendo detener la bicicleta con el esfuerzo de un solo dedo. [3, 7] La modulación es exquisita, lo que permite un control preciso y sutil de la frenada, evitando bloqueos indeseados de la rueda. [15, 13] Además, el sistema se autoajusta a medida que las pastillas se desgastan, manteniendo un tacto de maneta constante. [3] Y su rendimiento es soberbio en todas las condiciones climáticas. [13] Obviamente, este rendimiento superior tiene un costo. Son más caros, y su mantenimiento, como el purgado (eliminación de aire del circuito), requiere herramientas específicas y un mayor conocimiento técnico. [7, 9] Sin embargo, para cualquier ciclista serio, especialmente en disciplinas como el mountain bike, enduro, downhill o incluso el gravel y la carretera de alto rendimiento, las ventajas de un freno hidraulico bici superan con creces sus inconvenientes, convirtiéndolos en la elección predilecta y el estándar de facto en la industria actual.

El Corazón del Rendimiento: Un Vistazo Profundo a los Frenos Hidráulicos y sus Componentes
Habiendo establecido las diferencias fundamentales entre los distintos tipos de frenos bici, es imperativo sumergirse en las profundidades del sistema que ha redefinido el rendimiento y la seguridad en el ciclismo moderno: el freno hidraulico bici. La transición de un sistema mecánico accionado por cable a uno hidráulico no fue meramente una mejora incremental; fue un cambio de paradigma que desbloqueó nuevos niveles de control y potencia. Para comprender verdaderamente por qué una bici con freno a disco equipada con un sistema hidráulico es superior, debemos desglosar sus componentes, entender la ciencia detrás de su funcionamiento y explorar las sutilezas que diferencian a los distintos modelos y marcas. Esta sección se dedicará por completo a los frenos hidraulicos para bici, detallando cada pieza del rompecabezas, desde la maneta hasta la pastilla, y explicando cómo cada elemento contribuye a una experiencia de frenado inigualable. Analizar cada freno de bici de este tipo nos permitirá apreciar la ingeniería que se esconde detrás de cada frenada precisa y potente.
Anatomía de un Freno Hidráulico: Pieza por Pieza
Un sistema de freno hidraulico bici es un circuito cerrado y sellado que consta de varias partes interconectadas, cada una con una función específica. Comprender el rol de cada componente es esencial para el mantenimiento y para diagnosticar posibles problemas.
La Maneta de Freno (El Cilindro Maestro)
La maneta es mucho más que una simple palanca. En un sistema hidráulico, la maneta alberga el cilindro maestro. Dentro de este cilindro se encuentra un pequeño depósito que almacena el líquido de frenos y un pistón conectado a la palanca. [6] Cuando el ciclista aprieta la palanca, este pistón se desplaza, presurizando el fluido en el sistema. [9] Las manetas de gama alta suelen ofrecer ajustes ergonómicos importantes, como el ajuste de alcance (la distancia de la palanca al manillar) y, en algunos casos, el ajuste del punto de contacto (el momento en el que las pastillas tocan el disco), permitiendo una personalización total del tacto del freno. Marcas como Shimano y SRAM han desarrollado sus propias tecnologías, como Servo Wave (Shimano) o SwingLink (SRAM), que varían la relación de palanca a lo largo del recorrido para ofrecer una potencia más rápida y progresiva. [28]
El Latiguillo (La Vena del Sistema)
El latiguillo es la tubería que conecta la maneta con la pinza. Debe ser extremadamente resistente para soportar las altas presiones del fluido sin expandirse. La expansión del latiguillo, por mínima que sea, se traduce en una pérdida de potencia y un tacto de freno esponjoso. Por ello, suelen estar fabricados con materiales como el kevlar trenzado sobre un núcleo de teflón. La longitud correcta del latiguillo es crucial, no solo por estética, sino para evitar que se enganche en ramas u otros obstáculos.
El Líquido de Frenos (La Sangre del Sistema)
El fluido es el medio que transmite la fuerza. No todos los líquidos de freno son iguales. En el mundo del ciclismo, se utilizan principalmente dos tipos: aceite mineral y líquido DOT. [5]
- Aceite Mineral: Usado por marcas como Shimano, Magura y Tektro. [5] Su principal ventaja es que no es corrosivo para la pintura ni perjudicial para la piel. No es higroscópico, lo que significa que no absorbe agua del ambiente. Esto se traduce en intervalos de mantenimiento más largos, ya que el punto de ebullición no se degrada con el tiempo. [5]
- Líquido DOT (DOT 4, DOT 5.1): Usado por SRAM, Hayes y Hope. Estos fluidos tienen un punto de ebullición más alto que el aceite mineral, lo que los hace más resistentes al sobrecalentamiento en frenadas muy largas y exigentes. Sin embargo, son higroscópicos, es decir, absorben la humedad del aire. [5, 27] Esta agua absorbida reduce gradualmente el punto de ebullición del líquido, haciendo necesarios purgados periódicos (normalmente una vez al año) para mantener el rendimiento. [38] También es corrosivo para la pintura y debe manejarse con cuidado. Es crucial no mezclar nunca los dos tipos de fluidos, ya que puede dañar las juntas internas del sistema. [5]
La Pinza o Caliper (El Cilindro Esclavo)
La pinza es la pieza que se atornilla al cuadro o la horquilla y que contiene los pistones que empujan las pastillas. [6] Al recibir la presión del fluido desde la maneta, los pistones se mueven hacia adentro, presionando las pastillas contra el rotor. La mayoría de las pinzas para XC (Cross Country) y carretera utilizan un diseño de 2 pistones (uno a cada lado). [6] Para disciplinas más agresivas como el enduro o el downhill, donde la potencia de frenado es primordial, son comunes las pinzas de 4 pistones (dos a cada lado). [6] Estas pinzas más grandes distribuyen la presión sobre una superficie mayor de la pastilla y ofrecen una potencia de frenado significativamente mayor. [43]
Las Pastillas de Freno (El Elemento de Fricción)
Las pastillas son el componente que entra en contacto directo con el rotor. Están compuestas por un material de fricción pegado a una placa de respaldo metálica. La elección del compuesto de la pastilla tiene un impacto enorme en el rendimiento del freno. [37] Los principales tipos son:
- Orgánicas (o de Resina): Generalmente compuestas de fibras y materiales orgánicos unidos con resina. Ofrecen una mordida inicial excelente, son muy silenciosas y modulan bien. [5] Son ideales para condiciones secas y para ciclistas más ligeros o de XC. Su principal desventaja es que se desgastan más rápido y pueden sobrecalentarse y cristalizarse (perder eficacia) en descensos largos y pronunciados.
- Metálicas (o Sinterizadas): Fabricadas a partir de partículas metálicas fusionadas a alta temperatura y presión. Son mucho más duraderas, ofrecen un rendimiento más consistente a altas temperaturas y funcionan mejor en condiciones de humedad y barro. [5] Sin embargo, suelen ser más ruidosas, tienen una mordida inicial menos pronunciada y transmiten más calor al caliper y al líquido de frenos.
- Semi-metálicas: Son un híbrido que busca combinar lo mejor de ambos mundos, ofreciendo un buen equilibrio entre durabilidad, potencia y ruido. [5]
El Rotor o Disco (La Superficie de Frenado)
El disco de freno es una pieza circular de acero inoxidable que se fija al buje de la rueda. Su calidad y diseño son fundamentales. Los rotores vienen en diferentes diámetros, típicamente de 140mm a 220mm. [43] Un rotor más grande ofrece mayor potencia de frenado porque proporciona una mayor palanca y una mayor superficie para disipar el calor. [6] Por lo general, las bicicletas de XC utilizan 160mm o 180mm, mientras que las de enduro y downhill utilizan 200mm, 203mm o incluso 220mm, a menudo con un rotor más grande en la rueda delantera, que es la que realiza la mayor parte del trabajo de frenado. Los diseños de los rotores (con perforaciones y ranuras) no son solo estéticos; están diseñados para ayudar a disipar el calor, limpiar las pastillas y evacuar el agua. Algunos rotores de gama alta utilizan una construcción tipo sándwich (como la tecnología Ice-Tech de Shimano) con un núcleo de aluminio entre dos capas de acero para mejorar drásticamente la disipación del calor. [43]
En resumen, cada componente, desde el más pequeño ajuste en la maneta hasta el compuesto de la pastilla, juega un papel vital en el rendimiento global de los frenos bici. La belleza del freno hidraulico bici reside en cómo estas partes trabajan en perfecta armonía para traducir un ligero movimiento del dedo en una fuerza de detención masiva y controlable, proporcionando una seguridad y confianza que han revolucionado la forma en que montamos en bicicleta.

Guía Práctica Definitiva: Mantenimiento, Ajuste y Elección de tus Frenos Bici
Llegamos a la parte más práctica y, para muchos, la más importante de nuestra guía sobre frenos bici. Una vez que entendemos la teoría detrás de los diferentes sistemas y los componentes de un freno hidraulico bici, es fundamental saber cómo cuidarlos, ajustarlos y, en última instancia, cómo elegir el sistema adecuado para nuestras necesidades específicas. Unos frenos potentes no sirven de nada si no están bien mantenidos. Un tacto esponjoso, ruidos molestos o una frenada inconsistente son señales de que nuestro sistema necesita atención. En esta sección, abordaremos los procedimientos de mantenimiento más comunes, desde una simple limpieza hasta la tarea más temida por algunos: el purgado de los frenos hidraulicos para bici. [39] También proporcionaremos una guía de compra detallada para ayudarte a decidir qué freno de bici es el ideal para ti, ya sea que estés montando tu primera bici con freno a disco o buscando mejorar el rendimiento de tu máquina actual. Este conocimiento práctico te empoderará para mantener tu bicicleta en perfectas condiciones y garantizar la máxima seguridad en cada salida.
Mantenimiento Esencial para un Rendimiento Óptimo
El mantenimiento regular es la clave para la longevidad y el rendimiento constante de tus frenos. [12, 35] Ignorar el mantenimiento no solo reduce la eficacia de la frenada, sino que puede llevar a fallos catastróficos y reparaciones costosas. [4, 38]
Limpieza y Cuidado Básico
La limpieza es el primer paso y el más sencillo. Después de cada salida, especialmente si ha habido barro o polvo, es recomendable limpiar las pinzas y los rotores. Utiliza un paño limpio y alcohol isopropílico o un limpiador de frenos de disco específico. [17] Nunca uses lubricantes, desengrasantes genéricos o jabones cerosos cerca de los frenos, ya que pueden contaminar las pastillas y los rotores, arruinando su capacidad de frenado. [17] Una contaminación accidental puede requerir lijar o incluso reemplazar pastillas y rotores. Mientras limpias, inspecciona visualmente las pastillas de freno para comprobar su grosor. La mayoría de los fabricantes recomiendan reemplazarlas cuando el material de fricción tiene menos de 0.5mm de grosor. [38]
El Proceso de Purgado: Devolviendo la Firmeza a tu Freno Hidráulico
El purgado es el proceso de eliminar las burbujas de aire del circuito hidráulico y, a menudo, reemplazar el líquido viejo por uno nuevo. [9, 39] El aire, a diferencia del líquido, es compresible. Su presencia en el sistema se manifiesta con un tacto de maneta esponjoso y una pérdida de potencia, ya que parte de la fuerza que aplicas se gasta en comprimir el aire en lugar de mover los pistones. [9, 27] Aunque puede parecer intimidante, con el kit de purgado correcto (específico para cada marca como Shimano, SRAM o Magura) y siguiendo un tutorial fiable, es una tarea que se puede realizar en casa. [31, 36, 42] El procedimiento general implica conectar jeringas o un embudo en los puertos de purga de la maneta y la pinza para empujar el fluido nuevo a través del sistema, forzando la salida del fluido viejo y de cualquier burbuja de aire. [42] Para los sistemas DOT, se recomienda un purgado anual para eliminar el fluido contaminado con agua. [38] Para los sistemas de aceite mineral, se purga cuando el tacto del freno se deteriora.
Asentamiento (Bed-in) de Pastillas y Rotores Nuevos
Un paso crucial que muchos ciclistas omiten es el asentamiento de pastillas y rotores nuevos. Este proceso consiste en transferir una capa uniforme de material de la pastilla al rotor, lo que optimiza la fricción y garantiza una potencia de frenado máxima. Para hacerlo, busca una pendiente suave y segura. Acelera hasta una velocidad moderada (unos 15-20 km/h) y frena de forma firme y progresiva hasta casi detenerte, pero sin bloquear la rueda. Repite este proceso unas 10-20 veces. Notarás cómo la potencia de frenado aumenta gradualmente. Evita las frenadas bruscas y prolongadas durante este proceso inicial.
Resolución de Problemas Comunes
- Frenos Ruidosos (Chirrido): La causa más común es la contaminación de las pastillas o el rotor. Intenta limpiarlos a fondo. Si persiste, puede que necesites lijar ligeramente la superficie de las pastillas y el rotor o reemplazarlos. Otra causa puede ser la vibración; asegúrate de que todos los tornillos (pinza, rotor, adaptadores) estén apretados al par de apriete recomendado.
- Roce del Freno: Si las pastillas rozan constantemente con el rotor, primero asegúrate de que la rueda esté bien asentada en las punteras. Luego, afloja ligeramente los tornillos de montaje de la pinza, aprieta la maneta de freno correspondiente (esto centrará la pinza sobre el rotor) y, manteniendo la maneta apretada, vuelve a apretar los tornillos de la pinza de forma alterna y progresiva. Si el roce persiste, es posible que los pistones no se estén retrayendo correctamente (pistones pegajosos) o que el rotor esté doblado. Un rotor doblado a menudo se puede enderezar con una herramienta específica.
- Pérdida de Potencia: Puede deberse a pastillas contaminadas o gastadas, aire en el sistema (necesita purgado) o sobrecalentamiento en descensos muy largos. Asegúrate de que tus frenos y el tamaño de tus rotores son adecuados para tu disciplina y peso.
Cómo Elegir el Sistema de Frenos Perfecto para Ti
La elección del freno de bici adecuado depende de varios factores: la disciplina ciclista, tu presupuesto, tu peso y tus preferencias personales en cuanto a mantenimiento. [30, 34]
- Ciclismo Urbano y Recreativo: Para un uso general en ciudad, los frenos V-Brake o los frenos de disco mecánicos son a menudo suficientes. Ofrecen una buena potencia para estas condiciones y su mantenimiento es sencillo y económico. [2, 33]
- Cicloturismo y Bikepacking: Aquí el debate entre mecánicos e hidráulicos es intenso. [15] Los frenos de disco mecánicos (como los Avid BB7 o TRP Spyre) son muy populares por su fiabilidad y facilidad de reparación en lugares remotos. Sin embargo, los frenos hidraulicos para bici de gama de entrada (como los Shimano MT200) son tan fiables hoy en día que muchos viajeros prefieren su potencia y menor fatiga en las manos. [26]
- Cross Country (XC) y Maratón: Aquí el peso es un factor clave. Se buscan frenos hidráulicos ligeros y eficientes. Sistemas de 2 pistones como los Shimano Deore/SLX/XT o los SRAM Level son el estándar. Rotores de 160mm o 180mm son la norma. [46]
- Trail y All-Mountain: El equilibrio entre peso y potencia es crucial. Muchos ciclistas optan por sistemas de 4 pistones más potentes, al menos en la rueda delantera, o frenos de 2 pistones más robustos. Rotores de 180mm delante y detrás son un buen punto de partida. Modelos como los Shimano SLX/XT de 4 pistones o los SRAM G2 son excelentes opciones.
- Enduro y Downhill: La prioridad absoluta es la potencia de frenado y la resistencia al sobrecalentamiento. Aquí, los frenos de 4 pistones son obligatorios. [6] Modelos potentes como los Shimano Saint/Zee, SRAM Code, Magura MT7 o Hope Tech 4 V4 son la elección. [46, 28] Se combinan con rotores grandes, de 200mm, 203mm o incluso 220mm, para maximizar la disipación de calor.
- Gravel y Carretera: La transición a la bici con freno a disco es casi total. Los sistemas hidráulicos específicos para carretera y gravel, como los de las series Shimano GRX/105/Ultegra o SRAM Apex/Rival/Force, ofrecen una potencia y modulación superiores, especialmente en condiciones meteorológicas adversas. [21] Los rotores suelen ser de 140mm o 160mm. Para más información técnica y guías detalladas, un recurso excelente es el portal de manuales técnicos de Shimano, que ofrece información exhaustiva sobre la instalación y el mantenimiento de sus componentes.
En conclusión, dominar el conocimiento sobre los frenos bici te convierte en un ciclista más completo, seguro y autosuficiente. Desde la elección informada hasta el mantenimiento meticuloso, cada acción que tomes para cuidar de tu sistema de frenado se traducirá directamente en una mejor y más segura experiencia sobre dos ruedas.